
10/10/2025
LA INSEGURIDAD CUESTA HASTA EL 3% DEL PBI PERUANO
El millonario costo de la criminalidad en Perú, impulsado por extorsiones que se han multiplicado seis veces desde 2019, asciende a un estimado de S/ 19.800 millones al 2025.
El aumento de la actividad criminal en el Perú, evidenciado por el asesinato de transportistas y atentados como el ataque a balazos al concierto de Agua Marina, se ha convertido en una preocupación económica central. El MEF estimó que la criminalidad le costará S/ 19.800 millones al país al cierre de 2025, un monto equivalente al 1.7% del PBI. Esta cifra es superior al presupuesto de Orden y Seguridad de este año, y otras entidades como el BCR y el BID elevan el costo de la inseguridad hasta el 3% del PBI.
Carlos Casas, profesor e investigador de la Universidad del Pacífico, atribuye la baja tasa de crecimiento del país a este factor. Las extorsiones, que han aumentado hasta seis veces desde 2019, distorsionan las actividades de los empresarios. Casas detalla el desincentivo que genera esta sobrecarga, sobre todo a las PYMES. “Algunos deciden cerra, sé de casos que ha ocurrido así por el riesgo presente de que les pase algo por no pagar cupos. Hay un desincentivo a invertir y a trabajar.”
Por su parte, Mónica Muñoz-Nájar, economista de REDES, enfatiza la desprotección al sector productivo, el cual asume un costo directo e indirecto mucho más fuerte: “Este escenario se da porque el Estado ha dejado de lado su función de resguardo o es ineficiente, y los privados tienen que asumir los costos directos de protegerse contratando más seguridad, poniendo más cámaras, pagando extorsiones y cupos.” El INEI reveló que solo en 2022, el sector privado gastó S/ 11.238 millones en seguridad y vigilancia.
La preocupación se traslada a los hogares. El economista Gonzalo Manrique agrega que la inseguridad obliga a las familias a repensar sus presupuestos y priorizar gastos en seguridad, lo que impacta en el consumo de bienes y servicios. Casas complementa que el impacto es grave en el rubro de transporte, ya que la sobrecarga económica de los cupos se traslada a las tarifas finales: “El transporte es un componente clave de la canasta de consumo para un grupo importante de la población. Y si los sueldos no suben y los costos de transporte aumentan, obviamente eso implica que algo voy a tener que dejar de consumir.”