
15/07/2025
💡 “El temor a perderlo todo para seguir a Jesús”: Una decisión que transforma y guía hacia la paz
Aceptar a Jesús implica renuncias que a veces dan miedo, pero también abre la puerta a una vida nueva, guiada por justicia y paz. Reflexionamos sobre Juan 1:12 y Salmos 23:3 en este devocional con enfoque cristiano.
El temor a perderlo todo para seguir a Jesús: cuando la fe vence al miedo
Juan 1:12 declara con poder y claridad: “A todos los que le recibieron (a Jesús), a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” Esta promesa resume el corazón del Evangelio: la entrada a una nueva identidad, una adopción divina con todos sus privilegios, pero también con desafíos que pueden generar temor.
El devocional nos presenta el caso de Carlos y Sandra, una pareja en proceso de fe. Carlos se rinde primero al llamado de Cristo; Sandra, en cambio, lucha con el miedo a lo que podría perder. Esta tensión representa a miles de personas que se sienten atraídas por el mensaje de salvación, pero que enfrentan la angustia de renunciar a amistades, actividades o incluso su estilo de vida.
Este miedo es legítimo, pero a menudo es producto de una percepción limitada. Se teme que seguir a Cristo vacíe la vida, cuando en realidad la llena. Tal como expresa el Salmos 23:3: “Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.” El Señor no solo salva, sino que restaura, dirige y transforma con propósito y amor.
En la historia bíblica que acompaña el devocional, Eliseo le dice al extranjero que teme por su futuro espiritual: “Ve en paz” (2 Reyes 5:19). Es la misma paz que Jesús prometió a sus discípulos: no como el mundo la da, sino una que sobrepasa todo entendimiento. No es la ausencia de dificultades, sino la certeza de que Dios nos acompaña, nos guía y nos da valor para cada renuncia.
📌 Aplicación práctica:
Si estás luchando con el miedo a perder algo por seguir a Jesús, recuerda que Él nunca pide algo sin darte algo mucho mejor a cambio: su presencia constante, dirección sabia y paz profunda.
El camino cristiano no es de pérdida, sino de crecimiento. Dios transforma nuestros temores en confianza y nuestras debilidades en testimonios vivos.
Recuerda: aceptar a Cristo no es un salto al vacío, es un paso hacia la vida verdadera.
✅ Conclusión:
Seguir a Jesús no es fácil, pero es el camino más seguro y pleno. Su llamado no busca empobrecernos, sino enriquecer nuestra alma, dándonos una nueva identidad como hijos de Dios y conduciéndonos por sendas de justicia. Como Sandra, muchos tardan en decidirse, pero cuando lo hacen, descubren que lo que parecía una pérdida era, en realidad, la mayor ganancia.