08/09/2025
🔴Sin necropsia, con solo el dicho de un médico que habla de infarto sin razones determinadas, velan hoy a Jaime Chincha, y mañana lo creman.
¿ Quien descubrió el cadáver? ¿Quien llamó al doctor? ¿Quién le abrió la puerta si Jaime estaba en la tina del baño ya cadáver, y era antes de las 7.30 am? ¿Qué policías intervinieron, qué fiscal? ¿No hay acaso cámaras de seguridad en el edificio, en el barrio? ¿Las revisaron, revelan algo?
Muchas preguntas que enrarecen este caso, mientras los colegas periodistas, fuera de expresar sus dolidas condolencias, pasan por alto interrogantes que, tratándose de cualquier otra persona, harían de seguro....¿Miedo? ¿Mordaza? ¿Órdenes superiores?
Jaime Chincha se despidió el miércoles en su programa, con mensajes crípticos, aduciendo que por motivos personales no estaría al día siguiente. Había entrevistado a Carla Ramírez, reportera que, valientemente, había denunciado seguimiento y amenazas por parte del ministro Juan José Santivañez.
Se le notaba nervioso, abatido, algo deprimido...."Si no vengo, que Iris (?) haga el programa, o los de switcher...esto se acabó", concluyó, y no volvió más al set.
Hay muchas muertes extrañas en este régimen, no investigadas adecuadamente, o cuyos resultados de exámenes, se guardan en secreto: La ex canciller Ana Gervasi, el ex congresista fujimorista Nano Guerra García, el testigo clave del caso Qali Warma, Nilo Burga, la ex trabajadora del Congreso involucrada en una red de prostitución de alto vuelo, Andrea Silva, el ex jefe de la DINI, Roger Arista Perea, el testigo del caso OAS José Miguel Castro, y varios más.
Como en la época de la mafia siciliana que operaba en Chicago, o las oscuras épocas del fujimontesinismo, el crimen organizado se protege silenciando gente incómoda. Es necesario investigar.
Del muro de Javier Alejandro Ramos.