06/08/2020
Muchas veces en la vida nos toca vivir una realidad que no es nada agradable. A veces nos sentimos amenazados, solos, y angustiados. Sólo vemos un futuro negro, y sin esperanza.
¿Cómo se cambia la mente de alguien que solo ve un porvenir pesimista, lo único que espera son calamidades y problemas? ¿Qué obtendrá aquel que sólo recuerda los malos momentos vividos?
A veces pensamos así. Nos volvemos pesimistas, y negativos, nos deprimimos, y angustiamos hasta que enfocamos nuestra mirada, y logramos ver más allá de nuestro problema sintiendo que Dios es nuestro escudo, y fortaleza; Él es nuestro socorro, quien nos ayuda, y siempre está disponible.
Dios no se olvida de ninguno de nosotros, ni nos deja en el banco de suplentes. Descubramos que, más allá de la realidad que podemos estar viviendo, están los planes de Dios, los cuales son mejores que los nuestros.
Tal vez, hoy estás viviendo una realidad triste y agobiante que te entristece, y angustia, e incluso puede que estés pensando que no hay salida, solución posible o esperanza, pero hoy Dios vuelve a decirte que él sigue siendo tu socorro, y que es quien te sostiene.
Podes ver otra realidad sin desenfocar tu mirada de tu problema, y levantar los ojos al cielo. Nadie te dice que será fácil, ni que los problemas van a desaparecer por arte de magia, ni siquiera, que tú realidad va a ser de color de rosas, pero Dios puede darte la confianza, y la fuerza para enfrentar esa situación que estás viviendo, con la seguridad de saber que él te sostiene, y por eso podés seguir.