09/07/2025
EQUIPO DE FÛTBOL DE LA I.E. Manuel González Prada de Huari, apabulla a su rival deportivo I.E. Silvia Ruff, con marcador final 4-1
Àrbitro que dirigió el cotejo es padre de familia de la I.E. Silvia Ruff.
¡¡¡QUE ROCHE!!!! , para remate la institución organizador como sede de esta etapa es Silvia Ruff, no gestionaron ni seguridad, ni ambulancia, etc.
Un equipo que se niega a aceptar la derrota, a pesar de las evidencias de 4 goles a 1, exhibe una falta de madurez y deportividad que socava su propia imagen y credibilidad. Este comportamiento, a menudo acompañado de excusas y señalamientos a terceros, refleja una incapacidad para aprender de los errores y crecer como competidor. La derrota, como parte inherente del deporte, debe ser aceptada con dignidad, analizada con objetividad y utilizada como plataforma para la mejora.
Un equipo que se aferra a la negación, en lugar de reconocer su derrota, proyecta una imagen de arrogancia y resentimiento. En lugar de reconocer sus propias fallas y buscar maneras de superarlas, se enfocan en culpar a factores externos, como el árbitro, las condiciones del campo o la supuesta mala suerte. Este tipo de actitud no solo daña su reputación, sino que también impide que el equipo avance y aprenda de sus errores.
La verdadera grandeza de un equipo se manifiesta no solo en la victoria, sino también en la forma en que afronta la derrota. Un equipo que acepta la derrota con elegancia y humildad demuestra madurez y respeto por sus rivales, además de sentar las bases para un aprendizaje significativo. La derrota, bien gestionada, puede ser una poderosa herramienta de crecimiento, permitiendo al equipo identificar sus debilidades y desarrollar estrategias para mejorar en el futuro.
Es fundamental que los equipos comprendan que la derrota no es el fin del mundo, sino una oportunidad para aprender y crecer. Negarse a aceptar la derrota, por el contrario, solo conduce al estancamiento y a la perpetuación de errores. La madurez deportiva implica reconocer las victorias del rival y analizar con objetividad el propio desempeño para extraer lecciones valiosas que permitan un futuro más exitoso.
¡¡¡Fútbol sin violencia es deporte!!!!