03/05/2025
"La Leyenda viva del requinto ecuatoriano, Eduardo "Chocolate" Morales:
Hay manos que no tocan cuerdas: las acarician. Hay músicos que no interpretan: conversan con el instrumento. Hay artistas que no pasan por la historia… se quedan en ella. Así es Eduardo “Chocolate” Morales, leyenda viva del requinto ecuatoriano, maestro del sentimiento, patriarca del pasillo.
Este domingo anterior, fuimos testigos de algo más que un concierto. Antología del Recuerdo, no fue solo una presentación: fue una ceremonia de la memoria, una celebración de lo nuestro, un homenaje vivo a un arte que no se rinde. Y allí estuvo Él, Chocolate Morales, con su guitarra requinto, con su alma entera hecha melodía, con esa elegancia que no necesita decir palabras porque cada nota suya lo dice todo.
La ovación del público no fue por nostalgia. Fue por respeto, por gratitud, por admiración. Fue el eco de tantas generaciones que han crecido escuchando su música, aprendiendo de su estilo, dejándose acariciar por esas melodías que tienen sabor a calle antigua, a patio familiar, a domingo en casa.
Chocolate Morales no solo domina el requinto: lo transforma en voz, en río, en lágrima, en risa. Su técnica es impecable, sí. Pero lo que realmente conmueve es la emoción que transmite. Esa capacidad de contar historias con cuerdas. De hacer que un pasillo suene distinto en sus manos, más profundo, más humano, más eterno.
No por nada es llamado “la leyenda viva del requinto”. Porque ha puesto su arte al servicio de la música nacional por décadas, sin cansancio, sin desvíos. Ha acompañado a grandes voces, ha grabado discos memorables, ha enseñado a nuevas generaciones, ha defendido el pasillo en tiempos en que pocos lo hacían. Y lo sigue haciendo. Porque Chocolate no es solo historia: es presente. Es llama encendida.
Desde Cantar de Cantares, por Radio Pichincha 95.3 y 94.5 FM, queremos saludarlo con el respeto que se le brinda a los sabios. Porque sí, Eduardo es sabio. No de libros ni discursos: sabio de vida, de oído, de corazón. Un referente que ha demostrado que se puede llegar lejos sin traicionar las raíces. Que se puede emocionar sin estridencia. Que se puede ser gigante con humildad.
Gracias, maestro, por darnos tanto. Gracias por seguir tocando, enseñando, compartiendo. Gracias por recordarnos que el requinto ecuatoriano no tiene nada que envidiar a ningún otro instrumento del mundo. Porque cuando usted lo toca, todo Ecuador suena.
Eduardo Morales 🇪🇨🎙️📻 en el