01/10/2024
¡NO ME CORTES LA HERRAMIENTA!
Pronto me jubilaré y puedo decir como Martin Luther King: «I have a dream».
Aunque, a lo largo de mi vida he tenido varios sueños, hay uno por el cual, debido al esfuerzo y el tiempo invertido, mi «hombre exterior» se ha desgastado.
El sueño por excelencia que he tenido, desde mi juventud, ha sido: la relevancia del periodismo cristiano.
¿Cómo hacer para que el periodismo ejercido por los cristianos sea relevante? Esta ha sido la pregunta que ha gravitado en mi mente por más de 40 años.
Pero, había una pregunta previa que yo debía de plantearme: ¿los cristianos quieren hacer un periodismo relevante?
Me parece que no.
Mientras sigamos redactando notas «periodísticas» acerca de: cuántas personas se bautizaron, cuántos Grupos Pequeños o Células desfilaron con sus cartelitos, cuántos se graduaron en tal programa o curso eclesiástico, cuántas personas llenaron el Estadio Nacional, el número de estudiantes de la Biblia y un largo etcétera…no tendremos relevancia ni en el medio periodístico (radial, televisivo o redes sociales), ni en el ámbito social.
Con los periodistas y/o comunicadores cristianos ha ocurrido una tragedia: Estamos castrados.
Y esta tragedia tiene a dos posibles responsables. O bien, nosotros mismos nos hemos castrado o, las personas que nos han contratado, nos han castrado.
Lo cierto es que nos hemos inhibido de tratar los grandes temas que preocupan y afectan a la humanidad.
Temas en los cuales el enemigo ha ganado mucho terreno desperdigando todo tipo de falacias o medias verdades.
Mientras tanto, nosotros Insistimos en practicar un periodismo pueril.
No nos atrevemos aún a ponernos los pantalones largos y abordar con profundidad los temas trascendentes.
Jesucristo, dijo que el mundo es el campo en el cual debemos de sembrar.
Y nosotros hemos omitido ese detalle. Por tanto, hemos cometido el pecado de omisión.
Y el problema no queda allí porque cuando alguien desperdicia una oportunidad; otro la aprovecha.
Así que, como nosotros no sembramos, otros han aprovechado la oportunidad de sembrar con cizaña este campo, que es nuestro mundo.
Vivimos en un mundo en el cual Pinocho se sentiría feliz ¡Un mundo inundado de mentiras!
¿De qué vale que la iglesia cristiana posea medios de comunicación si no hace praxis de un periodismo relevante?
Tenemos que dejar de «farandulizar» las actividades que realiza la iglesia, ya que, por lo general, son actividades triviales, efímeras, nebulosas, cotidianas.
En cambio una verdadera noticia contiene novedad, trascendencia, pertinencia, relevancia, resonancia.
La palabra «evangelio» proviene del griego “εὐαγγέλιον” que significa «Buenas Noticias».
Si después del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo y el Poder Judicial, somos el cuarto poder ¿Por qué los cristianos no lo ejercemos y comenzamos a irradiar tantas noticias relevantes que tenemos que anunciar a este mundo?
¡Feliz Día del Periodista no castrado!