
28/06/2025
La Presencia en la Pelea
Nadie supo quién tiró el primer golpe esa noche en “La Quebrada”.
La pelea entre pandillas estalló bajo la lluvia, como si el odio hubiera estado esperando una excusa para brotar. En medio del caos, entre puños, gritos y vidrios rotos, alguien más estaba ahí.
Iba encapuchado, como uno más, pero nadie recordaba su cara. No hablaba, solo se metía en medio, susurrando cosas que hacían arder la sangre. Uno de los pandilleros juró que, tras escuchar su voz, golpeó a su propio primo sin saber por qué.
Cuando llegaron los policías, los cuerpos estaban esparcidos como muñecos rotos. Y al fondo, parado bajo la luz moribunda del callejón, él los miraba. Ojos como brasas mojadas. Sonrisa imposible.
Dicen que se alimenta del conflicto. Que no se puede detener porque no se le puede identificar.
Solo se sabe esto: si hay odio en el aire… él ya está ahí.