03/05/2025
| 𝗛𝗼𝗴𝗮𝗿 𝗠𝗮𝗿𝗶́𝗮 𝗱𝗲 𝗡𝗮𝘇𝗮𝗿𝗲𝘁: 𝗨𝗻 𝗿𝗲𝗳𝘂𝗴𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝘆 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮𝗻𝘇𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗔𝗺𝗮𝘇𝗼𝗻𝗶́𝗮
En lo profundo de la selva peruana, donde la vida es una constante lucha contra la adversidad, el Hogar María de Nazaret se erige como un faro de esperanza para niños y niñas con habilidades especiales. Este centro, ubicado en Yurimaguas, ha sido durante años un santuario donde el amor y la dedicación transforman vidas marcadas por el abandono y la discriminación.
En muchas comunidades amazónicas, la discapacidad es vista con prejuicio, llevando al aislamiento y al rechazo de quienes la padecen. El Hogar María de Nazaret rompe con este estigma, ofreciendo atención, cuidado y, sobre todo, cariño a más de 60 niños y jóvenes con discapacidades. Aquí, cada sonrisa recuperada y cada pequeño logro alcanzado son celebrados como grandes victorias. 
Bajo la dirección de la Hermana Soledad Robles, miembro de la Asociación de Misioneros de Jesús, el Hogar proporciona terapias físicas, equipos ortopédicos, financiamiento para tratamientos médicos y programas de inserción laboral. Además, extiende su ayuda a las familias más necesitadas de la región, suministrando alimentos y medicamentos esenciales.
Sin embargo, la continuidad de esta labor está amenazada por la falta de financiamiento. La escasez de subvenciones y los problemas estructurales han puesto en riesgo la existencia del Hogar, que depende del apoyo del Vicariato Apostólico de Yurimaguas y de agencias cooperantes extranjeras. El llamado es urgente: sin nuevas ayudas, este refugio de amor podría cerrar sus puertas, dejando a muchos sin el apoyo que tanto necesitan.
El Hogar María de Nazaret no es solo un centro de atención; es un símbolo de resistencia, compasión y fe en la humanidad. Cada niño que allí encuentra consuelo es un testimonio viviente de que, incluso en los lugares más remotos y olvidados, el amor puede florecer y cambiar el mundo.