26/11/2025
La procuradora de las Mujeres, Astrid Piñeiro, afirmó que el problema de los feminicidios no está en las armas, sino en la persona agresora. Y esa distinción es importante: un arma por sí sola no tiene voluntad; la violencia nace del agresor, no del objeto.
📍 Sí, el 75% de los feminicidios íntimos en 2024 se cometieron con armas de fuego, pero eso no significa que restringir el acceso a armas para ciudadanos responsables vaya a detener a quienes ya están dispuestos a violentar la ley.
De hecho, en muchos casos documentados, una mujer armada y entrenada ha podido defender su vida cuando el Estado no llegó a tiempo.
🔒 El verdadero enfoque debe ser identificar, detener y castigar al agresor, no limitar el derecho de defensa de quienes sí cumplen con la ley.
Las armas en manos responsables —personas sin historial de violencia, con licencias vigentes, adiestramiento adecuado y evaluaciones— son herramientas de protección, especialmente en situaciones donde el agresor ignora órdenes de protección y restricciones.
📊 Mientras unas organizaciones señalan que la presencia de un arma aumenta el riesgo en hogares violentos, lo que realmente aumenta el riesgo es permitir que un agresor siga escalando sin intervención temprana, sin monitoreo y sin consecuencias reales.
🏛️ El Estado debe enfocarse en:
• Sistemas más fuertes para intervenir agresores reincidentes.
• Órdenes de protección con consecuencias inmediatas y reales.
• Educación y recursos accesibles para mujeres en riesgo.
• Acceso a adiestramiento y procesos de portación más rápidos para víctimas con amenazas documentadas.
🔹 Debatir el tema desde los datos es clave:
Restringir a quienes cumplen con la ley no frena a quienes la violan;
pero permitir la autodefensa responsable sí puede salvar vidas.