09/11/2025
El trigo tiene que morir
Jesús dijo: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto” (Juan 12:24).
A veces no entendemos por qué Dios permite que algo en nosotros muera: un plan, una etapa, una relación. Pero en el Reino, morir no es el final… es el principio de una cosecha.
El proceso duele, sí. La tierra es oscura, el silencio pesa, y parece que todo terminó. Pero debajo de esa tierra, Dios está gestando vida nueva. Lo que hoy entierras con lágrimas, mañana florecerá con gozo.
No temas morir al pasado, a lo que ya no produce fruto.
Porque toda semilla que se entrega a Dios… ¡resucita multiplicada!