30/06/2025
Por primera vez llevé una Dosis de Fe fuera de Puerto Rico… y fue una cita divina.
Fui en obediencia, sin saber exactamente qué iba a compartir. Solo sabía que Dios me había pedido que comprara dos gafas: unas bien llamativas y otras en forma de corazón. Las compré sin entender, pero confiando.
Ya en el evento, entendí todo.
Las primeras las usé para hablar de cómo el mundo nos ofrece cosas que brillan, que llaman la atención… pero que muchas veces nos alejan de lo que somos. Nos venden identidades falsas que terminamos creyendo.
Y las gafas de corazón…
Me las puse arriba, no en los ojos. Porque no era para “ver bonito”, sino para recordar que estamos llamadas a mirar bajo los lentes del amor, pero con la certeza de que Jesús es nuestra luz.
Él alumbra el camino. Él es lámpara a nuestros pies.
Él es quien nos permite ver con verdad.
Fue justo antes de mostrar la piedra que me encontré en Isabela, que al voltear tenía forma de corazón. Ese detalle me recordó que cuando caminamos con Dios, todo tiene propósito.
Durante el camino al evento, Dios me habló de los árboles, del GPS, del brillo en la carretera, de una construcción… Todo cobró sentido. Todo fue parte del mensaje.
Lo más hermoso: ver mujeres decirle “sí” a Jesús.
Su promesa se cumplió.
Me llevo tantas enseñanzas de los mensajes poderosos de: _ (Sheila)
De la adoración de: a través de su voz sentí la presencia de Dios al instante de comenzar.
Solo puedo decir: gracias, Papá, por escogerme para ser parte. 💛 ¡Ahhh! Y no se me puede olvidar… gracias a este encuentro conocí también a y a ¡Qué mujeres virtuosas! ✨
GRACIAS SHEILA por la oportunidad y por bendecir mi vida. ¡Agradecida!