03/01/2025
La mente de la carne te dice: "No puedes, esto es lo que te toca". Así, vives una vida repetitiva, día tras día, esperando un milagro que nunca llega. Es como el cojo que se sentaba a la entrada del templo en la puerta La Hermosa, pidiendo limosna y esperando un milagro. Aunque tenía fe, su mente carnal le impedía buscar realmente ese milagro.
Muchos están en la misma situación, esperando que algo ocurra sin tomar acción. Sin embargo, cuando piensas con la mente del Espíritu, tu vida cambia. Entonces podrás ver los milagros y recibir todo lo que le has pedido al Padre en el poderoso nombre de su hijo amado, Cristo Jesús.
Recuerda lo que dice Mateo 7:13-14: "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan".
No sigas siendo como el cojo; ¡muévete!