25/10/2025
Marina Cué dejó atrás la masacre y mira el futuro recibiendo sus títulos de propiedad
Tras 13 años, el gobierno de Peña inició el proceso de titulación, y en la fecha 82 familias ya son las primeras beneficiadas.
A 13 años del luctuoso episodio que marcó de negro la historia del Paraguay, hoy las tierras de la Colonia San Óscar Romero, ex Marina Cué, del departamento de Canindeyú, celebró la reconciliación del pueblo paraguayo. Al respecto, el presidente de la República Santiago Peña, destacó este gesto señalando que el odio no permitirá levantar a este gigante que todos los paraguayos están buscando reconstruir.
El mandatario encabezó el acto donde se procedió a la entrega de los primeros 82 títulos de propiedad a los agricultores colonos de estas tierras, que por años pelearon e incluso propició que aquel 15 de junio de 2012 marcara uno de los episodios más nefastos en la historia del Paraguay, donde 11 campesinos y 6 policías, cayeron mu***os tras un enfrentamiento armado dentro de la lucha por la tenencia de la tierra.
Tras 13 años, el gobierno de Peña inició el proceso de titulación, y en la fecha 82 familias ya son las primeras beneficiadas. Este acto no solo sirvió para la entrega de los documentos, sino que marcó el abrazo de reconciliación entre los familiares de las víctimas.
Darío Acosta, presidente de la Comisión de Fomento y Desarrollo de la colonia San Óscar Romero, entregó una bandera al comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez, en un gesto de reconciliación entre los campesinos y la Policía Nacional.
El presidente de la República destacó la presencia del jefe de Gabinete Militar, el general de Div. Alcides Lovera Ortiz, cuyo hermano, el subcomisario Erven Lovera, había fallecido en ese lugar.
“Nunca más tenemos que permitir que un compatriota termine con la vida de otro, esa es la reflexión que nos trae este día especial. El odio nunca nos va a llevar a trabajar por ese gigante que todos los paraguayos queremos reconstruir. Es muy especial este encuentro, porque el jefe del Gabinete Militar, que perdió también a su hermano aquí, su presencia también fue importante acompañando este proceso”, resaltó.
Gesto significativo
El mandatario reconoció que si bien, el dolor por la pérdida de las vidas humanas es ireemplazable, llegar a este momento es muy significativo e importante. Señaló que muchos le decían que este tema era difícil de resolver, a pesar de eso, luchó y gracias a la intercepción del Papa Francisco ante Dios, se abrieron los caminos para que comience el proceso de solución.
A su turno, el comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez, agradeció el gesto que recibió en nombre de los campesinos y de los héroes que dieron sus vidas, comprometiéndose a honrar trabajando en pos de la paz el progreso, el desarrollo de todo el pueblo paraguayo.
“Tenemos la mejor predisposición de servir a todo el pueblo paraguayo y reiterar que no somos, ni seremos una amenaza armada contra la sociedad, sino que seremos sus garantes y protectores. Celebro este punto de inflexión que nos encuentra unidos entre la sociedad civil y su Policía Nacional, porque somos sus servidores”, remarcó.
Lo que sucedió en Marina Cué
El 15 de junio de 2012, en la localidad de Marina Cué, distrito de Curuguaty, departamento de Canindeyú, Paraguay, se produjo un enfrentamiento armado entre campesinos y policías durante un operativo de desalojo. El hecho dejó un saldo trágico de 17 mu***os: 11 campesinos y 6 policías, y desencadenó una crisis política que terminó con la destitución del presidente Fernando Lugo una semana después.
Marina Cué era una propiedad en disputa entre el Estado paraguayo y la empresa Campos Morombí. Campesinos sin tierra ocupaban esas tierras desde hacía semanas, alegando que eran propiedad pública y exigían su reforma agraria.
El 15 de junio, un contingente de 324 policías, con apoyo de grupos especiales, fue enviado a desalojar el campamento campesino por orden de la Fiscalía de Curuguaty
Cuando los agentes ingresaron al lugar, se desató un tiroteo cuyas circunstancias nunca fueron totalmente esclarecidas. Murieron seis policías, entre ellos el subcomisario Erven Lovera, y once campesinos. Hubo decenas de heridos y varios detenidos.
El hecho fue el detonante inmediato del juicio político contra el presidente Fernando Lugo, acusado por el Congreso de “mal desempeño de sus funciones” por haber permitido el conflicto.
El proceso concluyó el 22 de junio de 2012 con su destitución y el ascenso del vicepresidente Federico Franco.
La masacre de Curuguaty sigue siendo uno de los episodios más oscuros y divisivos de la historia democrática paraguaya.