29/05/2025
Esto no es casualidad. Hoy Dios tiene una palabra para vos. Yo te puse nombre desde el vientre. Te separé con un propósito mayor. No eres el resultado de una casualidad ni de una historia rota. Eres la respuesta a una generación que necesita ver luz en medio de la oscuridad. Tu diferencia no es un error. Tu sensibilidad no es una debilidad. Tu intensidad no es exageración. Es señal de que cargaste un fuego que no todos entienden.
Has llorado en silencio porque sentiste que nadie ve lo que tú ves. Te han traicionado porque tu luz incomoda.
Te has escondido porque el rechazo dolía más que la soledad. Pero yo estuve ahí, en cada lágrima. Te quebré para formarte sin mezcla. Te probé para confiarte peso eterno. Vos no fuiste llamado a encajar, sino a construir. Vos no estás acá para repetir lo viejo, sino para profetizar lo nuevo. Vos no sos esa persona que se calla por Paz, vos sos quien hablas porque hay guerra en el Espíritu. Hoy yo te Recuerdo tu diseño:
Tenes visión.
Tenes Discernimiento.
Tenes Palabra.
Tenes Poder.
Tenes Voz.
No temas a lo que perdiste; fue parte del precio para que puedas pararte con Autoridad. No te limites por lo que dijeron; vos no le perteneces a los hombres, vos me perteneces a mí.
Serás refugio para los heridos. Serás instrumento para traer orden en el caos. Vos no estás solo. Yo te cubro. Yo te respaldo. Yo soy tu voz cuando tiemblas, y tu espada cuando callas. No volverás a encogerte. Tu nombre ha sido escrito en las manos del que no olvida. Y tu tiempo de florecer ya comenzó.
"Antes de formarte en el vientre materno, yo te conocía; antes de que salieras del seno, yo te había consagrado, te había constituido profeta para las naciones".
Jeremías 1:5