22/06/2025
*Editorial – Visión Ciudadana*
*Domingo 22 de junio de 2025*
*Israel-Irán: La escalada de una rivalidad histórica*
Lo que hoy conmociona al mundo no comenzó ayer. La confrontación entre Israel e Irán es la expresión más visible de una rivalidad profunda, ideológica, estratégica y regional, que lleva décadas gestándose y que, en junio de 2025, se ha convertido en una guerra abierta con consecuencias potencialmente globales.
*De aliados a enemigos irreconciliables*
Antes de 1979, Israel e Irán mantenían una estrecha cooperación, incluso militar. Pero la Revolución Islámica iraní marcó un punto de quiebre histórico. El nuevo régimen teocrático, liderado por el ayatolá Jomeini, adoptó una postura radical contra Israel, al que dejó de reconocer como Estado legítimo. Desde entonces, la negación del derecho de Israel a existir ha sido un eje central de la política exterior iraní.
En contrapartida, Israel ha visto el desarrollo del programa nuclear iraní como una amenaza existencial. Las tensiones se canalizaron por años a través de una “guerra en la sombra”: operaciones encubiertas, ataques cibernéticos, asesinatos selectivos, y el uso de grupos aliados en terceros países. Irán tejió una red regional de influencia —el llamado "Eje de la Resistencia"—, que incluye a Hezbolá, Hamás, los hutíes y milicias iraquíes; mientras que Israel se posicionó con alianzas estratégicas y superioridad tecnológica y militar.
*La gran escalada: 2024-2025*
El punto de inflexión llegó en abril de 2024, cuando un ataque israelí a una instalación diplomática iraní en Damasco desató una respuesta masiva de Irán con misiles y drones. En octubre, Teherán intensificó su ofensiva, lanzando cerca de 200 misiles balísticos hacia Israel. A lo largo de estos meses, la espiral se ha profundizado: Israel ha atacado sitios clave del programa nuclear iraní —incluyendo Natanz y Fordow— mientras Irán continúa sus lanzamientos de misiles de largo alcance.
La situación se agravó aún más tras la caída del régimen sirio de Bashar al-Ásad en diciembre de 2024, un aliado clave de Irán en la región. Esto facilitó a Israel la apertura de corredores estratégicos para ataques directos contra territorio iraní, debilitando significativamente la capacidad de respuesta de Teherán.
*La implicación de Estados Unidos: una nueva fase*
En medio de la creciente tensión, la participación de Estados Unidos ha modificado el tablero. Aunque en 2024 la Casa Blanca intentó mantenerse al margen directo del conflicto, los últimos informes de junio de 2025 confirman que fuerzas estadounidenses han bombardeado al menos tres instalaciones nucleares iraníes. Esta acción ha sido interpretada por Irán y sus aliados como una declaración de guerra.
En respuesta, milicias iraquíes respaldadas por Teherán han amenazado con atacar bases estadounidenses en la región y cerrar el Estrecho de Ormuz, ruta por donde transita un tercio del petróleo que mueve la economía mundial. El riesgo de una escalada regional generalizada —con participación de Líbano, Irak, Yemen, e incluso Arabia Saudita— es cada vez más real.
*¿Qué nos espera?*
El mundo se encuentra en una encrucijada. La posibilidad de un enfrentamiento mayor, que implique a múltiples potencias y afecte seriamente la estabilidad energética y la seguridad global, no puede descartarse. La diplomacia está debilitada, los organismos multilaterales paralizados, y las acciones militares toman protagonismo en un escenario donde el error de cálculo puede ser fatal.
En Paraguay, en Ñemby, también sentimos las ondas expansivas. El alza del petróleo y el encarecimiento del transporte, la presión inflacionaria y la incertidumbre global afectan directamente nuestra economía y nuestras familias. Ya no hay conflictos "lejanos": el mundo es una red interconectada, donde la violencia en Medio Oriente se traduce en dificultades en nuestros hogares.
Desde *Visión Ciudadana*, hacemos un llamado a la responsabilidad internacional, a la reactivación de los canales diplomáticos y al urgente cese de las hostilidades. La humanidad no puede permitirse otra guerra interminable. Necesitamos más puentes y menos misiles. Más acuerdos y menos retaliaciones. Porque mientras los poderosos se enfrentan, los pueblos son los que sufren.
*Mauro Alcides Osorio Fernández*
*Director – Visión Ciudadana*