22/09/2025
En Argentina vinculan a los paraguayos Rachid Lichi en el atentado a la AMIA 🔴🇵🇾
La inagotable investigación de los atentados a la Embajada de Israel (1992) y a la AMIA (1994) sumó nuevos actores en el último tiempo: la familia Rachid Lichi, de empresarios y políticos paraguayos con ascendencia sirio-libanesa. Luego de una serie de declaraciones y análisis de documentación que comenzó en marzo de este año y persiste hasta hoy, están sospechados de haber financiado y facilitado la actividad de Hezbollah en la Triple Frontera, mediante transferencias millonarias a una figura central de la historia: Ali Houssein Abdallah.
El hallazgo se produjo a partir de la aparición espontánea de un testigo: David Fernández Lichi. Él es hijo de Watfa Rachid Lichi, quien fue propietaria de la financiera paraguaya SAFIO junto a sus cinco hermanos: Sara, Marian, Leila, Bader y Fohad.
Los seis heredaron la empresa -dedicada principalmente a préstamos hipotecarios- luego de la muerte de sus padres, que habían fundado la firma y la posicionaron como una de las más importantes de Asunción.
Ya con la financiera en poder de los herederos, Fohad Rachid Lichi asumió la dirección y Bader Rachid Lichi se constituyó como vice, según pudo saber Infobae de fuentes del caso. Este último es un importante dirigente del Partido Colorado paraguayo, fue senador -desde 1998 hasta 2008-y es padre del titular de la Secretaría Nacional Antidr**as (Senad), Jalil Rachid.
Leila Rachid Lichi también hizo carrera en la función pública y se destacó como diplomática. Llegó a ser canciller entre 2003 y 2006, y antes se desempeñó como embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria en la Argentina (1999) y en los Estados Unidos (2000), entre otros cargos clave. Actualmente trabajaría cerca de Alejandro Domínguez, presidente de la CONMEBOL.
El núcleo familiar de los Rachid Lichi empezó a desgarrarse en 2021, cuando murió Watfa. David Fernández Lichi denunció que sus tíos falsificaron la firma de su madre para quedarse con su parte de las acciones de la financiera. Entonces comenzó una serie de denuncias penales y demandas civiles cruzadas entre parientes.
Según declaró David Fernández Lichi ante un Equipo Conjunto de Investigación, integrado por los fiscales Francisco Cabrera, de la Unidad Especializada de Delitos Económicos y Anticorrupción Nº 7 de Paraguay, y Sebastián Basso, titular de la UFI-AMIA, a partir de sus inconvenientes sucesorios empezó a revisar archivos de la empresa que habían quedado guardados en un escritorio dentro de su casa. No tardó mucho en decidirse por revelar todo ante la Justicia, ya que además dijo sentirse perseguido, hostigado y ve en riesgo su seguridad y la de su familia.
Su primera declaración ocurrió en marzo de este año, en la ciudad formoseña de Clorinda, a pasos de la frontera con Paraguay. En el marco de la causa AMIA, Fernández Lichi le entregó dos cajas con documentación al fiscal Basso, que después fueron compartidas con el Ministerio Público Fiscal del país vecino tras la firma de un acuerdo de cooperación. El testigo volvió a declarar en varias oportunidades para brindar más detalles sobre las presuntas maniobras ilegales. Nada de esto trascendió públicamente, hasta ahora.
Entre la documentación que aportó Fernández Lichi hay nueve chequeras del Banco Holandés -correspondientes a la cuenta personal de Fohad Rachid Lichi-, registros contables, declaraciones juradas, comprobantes de liquidaciones de préstamos en dólares y anotaciones manuscritas que, según el testigo, fueron hechas por su tío director de la financiera y ayudarían a probar los eventuales vínculos criminales.
Todos son papeles originales que están en poder de la Argentina, Paraguay y los Estados Unidos, a través de la Oficina Regional de Seguridad (RSO) que tiene la embajada norteamericana en Paraguay.
El principal receptor del dinero fue Ali Houssein Abdallah, aunque también hay otros libaneses que se detectaron a partir del análisis de la información, pero con menores montos involucrados.
Según se desprende de los documentos, a los que Infobae tuvo acceso exclusivo, entre 1989 y principios del 2000 los Rachid Lichi habrían facilitado más de 12 millones de dólares a Ali Houssein Abdallah.
Fuente: INFOBAE.