18/09/2025
La Generación Z Paraguay , jóvenes nacidos entre 1997 y 2012, se prepara para una manifestación histórica el próximo 28 de septiembre frente al Congreso Nacional, exigiendo el fin de la corrupción y una gestión pública transparente. Bajo el lema "No somos el futuro, somos el presente exigiendo cambio", el movimiento "Gen Z Paraguay" ha movilizado a miles de personas a través de redes sociales, demostrando la capacidad de organización y el compromiso de una generación que busca transformar un país marcado por décadas de escándalos políticos.
Con un 59 % de la población paraguaya menor de 45 años, la Generación Z representa una fuerza demográfica significativa, caracterizada por su dominio digital y su rechazo a las prácticas tradicionales de lealtad ciega a instituciones. Estos jóvenes, que enfrentan un acceso limitado a la educación superior –solo el 11 % completa estudios universitarios y un mercado laboral dominado por la informalidad, han canalizado su frustración en una convocatoria que, según estimaciones, podría reunir entre 15.000 y 20.000 personas.
"Estamos hartos de ver cómo la corrupción frena nuestro futuro. Queremos un Paraguay justo", afirmó un portavoz del colectivo en una emisora local, reflejando el sentir de una generación que prioriza la autenticidad y la acción colectiva.
Frente a las críticas que intentan deslegitimar la protesta, señalándola como una maniobra política orquestada por la oposición o influencias externas, los organizadores rechazan categóricamente estas acusaciones.
"Somos un movimiento autónomo, surgido de la indignación genuina de los jóvenes paraguayos", aseguró una representante de Gen Z Paraguay en redes sociales. Los mensajes en plataformas como X muestran una organización espontánea, con hashtags como y que han ganado tracción orgánica, sin evidencia de financiamiento externo o manipulación partidaria.
La marcha se inspira en el hartazgo colectivo ante recientes escándalos de corrupción, como los casos de malversación de fondos públicos que han involucrado a figuras políticas de alto perfil.
Los jóvenes señalan que estas prácticas perpetúan la desigualdad y limitan las oportunidades en un país donde el desempleo juvenil y la pobreza se agravaron tras la pandemia. A diferencia de protestas pasadas, como la de 2017, que derivaron en episodios de violencia, Gen Z Paraguay enfatiza un enfoque pacífico y estructurado, con comunicados que abogan por la no violencia y el respeto al orden público.
Analistas destacan que esta movilización refleja el potencial transformador de una generación conectada globalmente, consciente de problemáticas como el cambio climático y la justicia social, pero profundamente arraigada en los desafíos locales. "La Generación Z no solo está reaccionando, está liderando con propuestas claras para un Paraguay más equitativo", señaló un sociólogo local.
La marcha del 28 de septiembre podría marcar un hito en la historia reciente del país, demostrando que la juventud paraguaya es una fuerza legítima y decidida a construir un futuro sin corrupción.
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