07/01/2025
En el Barrio Veracruz de Sonsonate, cada diciembre, sucede algo mágico: el Trono del Niño Dios. Más de 400 años de historia y misterio se entrelazan en esta costumbre que, año tras año, reúne a devotos, visitantes y turistas para conocer historias y misterios que han trascendido los siglos.
Cuenta la historia que, hace más de cuatro siglos, la venerada imagen del Niño Dios llegó a Sonsonate, trayendo consigo un mensaje de esperanza en tiempos de incertidumbre. Los primeros habitantes del Barrio Veracruz, movidos por su devoción, formaron una cofradía para honrar y cuidar esta imagen sagrada. Fue entonces cuando surgió la idea del Trono del Niño Dios, un altar majestuoso donde se resalta su importancia como símbolo de amor y fe.
Desde entonces, cada diciembre, los miembros de la Cofradía del Niño Dios, conocidos como "los garroberos", inician la construcción del trono. Este se erige como un acto de fe y esfuerzo colectivo, permaneciendo en exhibición hasta el 6 de enero, día en que se conmemora la llegada de los Reyes Magos.
La imagen del Niño Dios ha sido venerada por generaciones. Su antigüedad y su presencia transmiten una conexión con el pasado, un recordatorio de que la fe puede trascender los siglos. Se dice que cada vez que el trono es construido, el Niño Dios renueva su bendición sobre el Barrio Veracruz y sus visitantes, convirtiéndose en un puente entre lo divino y lo humano.
Las cofradías, como la del Barrio Veracruz, son guardianas de tradiciones ancestrales. No solo organizan estas festividades, sino que también preservan las raíces culturales y espirituales de sus pueblos. En el caso de esta cofradía, su dedicación a la construcción del trono es un acto de amor y respeto que mantiene viva la historia y el espíritu de Sonsonate.
Visitar el Trono del Niño Dios es admirar una obra de arte religiosa; es experimentar un viaje al pasado, sentir la devoción de nuestra gente y conectar con un legado de 421 años. Este año, el trono te espera con su majestuosidad, recordándote que en la fe y la unión está la verdadera magia de la Navidad.
Les deseamos un 2025 lleno de esperanza, amor y unión. Gracias por ser parte de nuestras tradiciones y por ayudarnos a mantener viva la riqueza cultural de nuestro Sonsonate. ¡Sigamos celebrando juntos!
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