
25/09/2025
|| Recuerdo al alcalde René Alexander Portillo Ayala
Ayer, 24 de septiembre de 2025, hace exactamente dos años que Sesori, ese rincón sereno del departamento de San Miguel en El Salvador, perdió a uno de sus hijos más queridos: René Alexander Portillo Ayala, el hombre que por 27 años llevó al hombro el destino de su pueblo como alcalde.
Falleció el 24 de septiembre de 2023, a los 53 años, en la intimidad de su hogar, víctima de una enfermedad terminal que no logró doblegar su espíritu incansable. Pero su legado, como el sombrero que siempre ceñía a su cabeza con orgullo, permanece erguido y visible en cada calle empedrada, en cada plaza renovada y en los corazones de quienes lo conocieron como “el alcalde del sombrero”.
René no era solo un funcionario; era el pulso de Sesori. Desde 1994 hasta 2021, bajo la bandera del Partido Demócrata Cristiano (PDC), transformó un municipio humilde en un ejemplo de dedicación y cercanía. Recordemos cómo caminaba por los barrios, escuchando a los agricultores, a las madres solteras, a los jóvenes soñadores, con esa sonrisa franca que desarmaba cualquier preocupación. Impulsó obras que hoy dan sombra y progreso: escuelas remozadas donde los niños aprenden sin techos que gotean, caminos que conectan fincas remotas con el mercado, y programas de salud que trajeron esperanza a familias golpeadas por la adversidad. En un país donde la política a veces se tiñe de sombras, René fue luz: honesto, accesible, amable, respetuoso y un líder que prefería el diálogo al decreto y el servicio al aplauso.
Dos años después de su partida, Sesori lo evoca en cada amanecer. Su entierro, aquel 27 de septiembre de 2023 en el cementerio local, reunió a cientos que lloraban no solo a un alcalde, sino a un amigo, un vecino, un padre para el pueblo. Hoy, en este aniversario, imaginamos su figura inconfundible: sombrero en mano, charlando bajo un ceibo, recordándonos que el verdadero poder radica en el amor por la tierra que nos vio nacer. René Portillo nos enseñó que gobernar es sembrar, y su semilla florece eterna.
Descanse en paz, querido alcalde. En Izcanal recordamos su amistad, su trato amable y su apoyo incondicional.