04/05/2025
Está claro que un país en paz, sin mu***os, sin extorsión, sin sangre, sin cadáveres todos los días, sin madres llorando a sus hijos, no es rentable para las ONG de derechos humanos, ni para los medios globalistas, ni para las élites, ni para Soros.
Y su problema con El Salvador no es solo que les hizo perder su negocio acá, sino que se está convirtiendo en un ejemplo para los demás países: que sí se puede vencer el terrorismo, que sí se puede vivir en paz.