11/10/2025                                                                            
                                    
                                                                            
                                            EL TOSCO SAYAL DE SAN FRANCISCO DE ASIS.
¿Qué es un sayal? 
Si buscamos en algunos libros de historia, veremos que San Francisco de Asís vestía con un hábito que, en realidad, era un sayal. 
El sayal, en aquella época, era la ropa de trabajo propia del labriego. 
La usaban las personas que trabajaban duramente en el campo, ya fuera en labores de agricultura o ganadería. 
Lo usaban como ropas de trabajo, a fin de proteger sus propias ropas, de manera que si el sayal sufría daños o manchas, pues para eso mismo había sido hecho.
Es muy significativo que San Francisco haya escogido el sayal como su hábito. 
Estamos hablando de ropas de trabajo duro, y ya sabemos que San Francisco se dedicó a trabajar arduamente por la evangelización y los pobres, durante todos los años de su vida que consagró al servicio de Cristo.
El sayal no era una tela fina. 
De hecho, era una prenda hecha con un tejido bastante tosco, porque se buscaba que fuera resistente al maltrato, al rudo trabajo del campo.  
El sayal no era de color marrón, sino que gris, ya que estaba hecho principalmente de pelo de oveja.
En aquel tiempo (s. XIII), llevar cinturón era una imperiosa necesidad y en muchos casos hasta signo de prestigio. 
El cinturón permitía portar dinero, armas, herramientas, etc. Y claro está que los había de muchas calidades y materiales. 
En el caso del pobrecillo de Asís, escogió como cinturón una gruesa y ruda cuerda, algo que hacía que su voto de pobreza destacara mucho más.
En la actualidad los franciscanos usan un cordón a manera de cinturón sobre su hábito.  
Unos lo llevan con tres nudos, que simbolizan los votos de pobreza, castidad y obediencia.  
Otros lo llevan con cinco nudos, que simbolizan los cinco estigmas de Cristo.
En nuestros días la orden franciscana está muy esparcida por el mundo, y son muchas las historias de poblaciones y comunidades que han progresado mucho, tanto material como espiritualmente, gracias a la labor de los franciscanos. 
Ellos no solamente evangelizan, también procuran llevar el desarrollo a comunidades paupérrimas, donde talvez ni siquiera hay servicios de agua potable, o energía eléctrica.
En la actualidad los franciscanos ya no usan sayales, sino los hábitos propios de esa orden, y los usan en tres colores: 
Negro, marrón y gris.  
Los tres colores se deben a cambios que se han venido dando dentro de la Orden de Frailes Menores a lo largo de su historia, donde el gris fue el primer color que se adoptó para los hábitos, luego el negro y finalmente el marrón.
A pesar de que ya no usan un tosco sayal, siempre son pastores de almas, que trabajan incansablemente por sus rebaños, tanto espiritual como materialmente.  
Muchos hombres y mujeres han pertenecido a esta santa orden, y han dejado su legado como testimonio de verdadera evangelización.