05/25/2025
LA ESPOSA “FEA”
Una historia que todo hombre debería leer.
Un día, un hombre fue a visitar a su padre anciano y le dijo con voz firme:
—Papá, quiero divorciarme.
Mi esposa ha cambiado. Ya no es joven. Su cuerpo ya no es el mismo. No se arregla como antes.
Creo que merezco a alguien mejor…
Una mujer más joven, más delgada, más atractiva.
El padre lo miró en silencio. Luego le dijo:
—Déjame ir mañana a tu casa. Quiero verla por mí mismo. Y si tienes razón… te apoyaré en tu decisión.
Al día siguiente, el padre fue a visitar a la esposa de su hijo.
La observó con atención mientras servía el café, mientras recogía los juguetes de los niños, mientras sonreía… cansada, pero con ternura.
No dijo nada.
Solo se fue.
Tres días después, llamó a su hijo y le dijo:
—Tienes razón. Esa mujer ya no es hermosa.
Ya no brilla como antes.
Pero escúchame… encontré a alguien perfecta para ti.
Una mujer maravillosa, hermosa como ninguna. Vive en un lugar llamado Emoh.
El hijo, sorprendido, preguntó:
—¿Dónde queda eso? ¿Cómo llego a ese lugar?
El padre lo miró a los ojos y respondió:
—Emoh… se deletrea al revés: H-O-G-A-R.
Esa mujer vive en tu casa.
Es la que estuvo contigo en los días buenos… y en los peores también.
La que sacrificó su cuerpo para traer a tus hijos al mundo.
La que ha envejecido contigo, no por descuido, sino por amor.
No es ella quien perdió la belleza…
Eres tú quien perdió la mirada.
Porque cuando dejas de mirar con amor, todo se vuelve “feo”.
Y cuando riegas con indiferencia, hasta la flor más hermosa se marchita.
Una esposa no se rejuvenece con cirugías ni filtros.
Se rejuvenece con palabras, con caricias, con respeto.
Si quieres a una mujer hermosa…
haz que tu mujer se sienta amada otra vez