
07/29/2025
“Me eligieron porque soy la más talentosa”, “Me deben elegir a mí, porque yo lo hago mejor.”
¿Has escuchado esa expresión? o ¿La has pensado?
Hay quienes se esfuerzan por ser elegidos o se engrandecen cuando los eligen. No han entendido el llamado. Porque en el reino de Dios, ser elegido es una invitación a la humildad y a humillarse.
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Filipenses 2:5-8
Cuando somos elegidos por Dios, no hay espacio para el orgullo o exaltación hacia nosotros mismos o nuestros talentos. Porque ha sido SÓLO por Su gracia y para Su Gloria.
“sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.” 1 CORINTIOS 1:27-29
Y al final de todo, ¿de qué se trata el ministerio? ¿Se trata de talento o más bien de llamado? Vivimos en un tiempo en donde ponen la habilidad por encima de la unción, donde la personalidad va por encima del carácter de una persona. Pero al final, no son efectivos, porque estar lleno de talento sin la llenura del Espíritu no sirve de nada.
Sigue a Cristo, imita a Cristo, sirve a Cristo en la mejor posición que puedes tener, a Sus pies.