07/23/2025
No gritaron. No rompieron nada. No pidieron ayuda. Solo cerraron las puertas del carro… y nunca más volvieron a abrirlas. Una pareja joven murió asfixiada dentro de su vehículo… sin darse cuenta. Mientras dormían o platicaban, el monóxido de carbono —un gas que no se ve, no se huele y no se siente— los fue matando en silencio.
No estaban en un lugar cerrado. No estaban en un garaje ni en un cuarto sellado. Estaban dentro de su carro, estacionados en una calle común, en el reparto Villa Libertad, un barrio residencial de Managua.
Eran cerca de las 6 de la mañana cuando los vecinos notaron algo raro: el auto tenía horas estacionado y dentro había dos personas que no se movían. La puerta estaba cerrada, las ventanas arriba… y el motor había estado encendido durante mucho tiempo.
Cuando la Policía llegó, ya era demasiado tarde. Belkis tenía 22 años. Christopher, 25. Ambos estaban mu***os, con espuma en la boca. La causa: intoxicación por monóxido de carbono.
¿Pero cómo? ¿No estaban al aire libre?
Aquí es donde viene lo que muchos no saben: un carro cerrado, aunque esté en la calle, puede convertirse en una cápsula mortal.
El monóxido de carbono es un gas que se produce cuando se quema combustible, como la gasolina. Sale por el tubo de escape. Pero si el tubo está obstruido, dañado, o el carro tiene alguna fuga, ese gas puede regresar y meterse al interior del vehículo por el sistema de ventilación o por filtraciones en la carrocería.
Y como no huele, no se ve, y no irrita… no te das cuenta hasta que ya es demasiado tarde. Te empieza a dar sueño. Te mareas. Te desorientas. Y si no sales pronto… simplemente no despiertas.
Eso le pasó a esta pareja.
Querían descansar. Tal vez platicar. Quizás no querían llegar aún a casa. Pero dentro de ese carro… el aire fresco se convirtió en un veneno invisible.
Este caso estremeció a toda Nicaragua.
Y nos deja una lección: no te encierres nunca en un auto con el motor encendido. Aunque tengas calor. Aunque pienses que solo será un momento. Tu vida vale más.
No es raro quedarse en el carro con el motor encendido. Lo hacemos todo el tiempo: esperando a alguien, en el tráfico, tomando aire… Y por eso esta historia asusta tanto. Porque lo que le pasó a esta pareja, puede pasarle a cualquiera. Si tu carro tiene fallas, el escape está obstruido o no circula bien el aire… el monóxido se queda. Y ese gas no avisa. Por eso, si vas a estar estacionado con el motor encendido, mantén ventanas entreabiertas, no lo hagas por largos periodos, y jamás ignores el sueño repentino. Podría ser el último.
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Según medios locales como Artículo 66, Nicaragua Investiga y La Prensa, la pareja falleció por intoxicación con monóxido de carbono dentro de su vehículo, según confirmó el Instituto de Medicina Legal.