12/18/2025
Casa 🏡💙
Un RECAP de lo compartido ayer (12/17/25) con la enseñanza: "INDECISOS".
“Esa lucha que todos tenemos entre lo que décimos y lo que realmente hacemos.”
Hablamos de tantas cosas a nivel cotidiano como de: "ropa", "casas", "deportes", etc; en lo espiritual hablamos sobre: "cuánto Dios me usa", "cuán cristiano (a) me veo" o "cuánta Biblia sabemos"... pero evitamos hablar sobre el tema del "¿Porque somos tan INDECISOS?".
El problema consiste en que mientras "evitemos hablar" de este tema (incómodo por demás por cierto), nos mantendremos creyendo erradamente una idea de "lo que pensamos y creemos que es lo que realmente si Dios espera de nosotros".
Parece inofensiva la decisión
pero créame que es dañina.
Poco a poco, va matando los mejores deseos; va arrancando las buenas cualidades; aniquilando así una vida llena de talentos y dones; hasta que “valga la redundancia” ya no queda rastro de lo que un día prometía ser un buen prospecto.
Jesús trabaja este tema en "la parábola de los dos hijos" en Mateo 21:28-32.
Dónde Jesús sutilmente toca sobre el tema de la indecisión de estos dos chicos, en dónde claramente se observa quien fue al final quien se decidió en optar por lo correcto.
Pero la parábola de Jesús más que tratar sobre el tema de las decisiones, también demuestra que hay una tendencia escondida sobre el tema de la "OBEDIENCIA".
El contexto de lo anterior ocurrido fue lo que llevo a que Jesús trajera esta parábola a la mesa.
Las personas (mayormente los religiosos creídos) son los que siempre se la pasan buscando excusas todo con tal de "no obedecer a Dios en lo absoluto" sino en algunas cosas (según como ellos se sientan cómodos).
Por eso es que Jesús con un tema como este nos descifra a todos; para que evaluemos que cosas debemos erradicar de nuestras vidas, para que Dios vaya transformando cada día nuestro hombre interior.
Dejar de usar excusas, de usar los pretextos, dejar de estar culpando a terceras personas o cosas, sobre lo que realmente nosotros solo somos responsables en aceptar que estamos fallando y terminar por obedecer a Dios.
Por eso, Dios solo espera de nosotros algo simple; y es ser: "obediente", "justo", "amar" y "servir".