01/09/2025
La Leyenda de la Niña del Tren de Nueva York
En las profundidades del metro de Nueva York, donde los túneles serpentean como venas bajo la ciudad, circula una inquietante leyenda que pone los pelos de punta a quienes se atreven a viajar tarde por la noche. Es la historia de “La Niña del Tren”, un espíritu que, según cuentan, aparece en las oscuras horas de la madrugada.
Hace décadas, cuando el sistema de metro estaba en plena expansión, una familia viajaba de Brooklyn a Manhattan. Entre los pasajeros se encontraba una niña de aproximadamente ocho años, llamada Eloise, que iba de la mano de su madre. La estación estaba abarrotada, y mientras el tren llegaba con su característico rugido, la multitud se movió como una marea, separando a la niña de su madre.
Eloise, confundida y asustada, intentó seguir a su madre, pero en la confusión, subió a un tren equivocado. Según los testimonios de la época, nunca llegó a su destino. Su desaparición fue un misterio: la policía buscó durante semanas, y los empleados del metro peinaron los túneles, pero no encontraron rastro de la niña.
Con el tiempo, la historia de Eloise se convirtió en un oscuro recuerdo, hasta que comenzaron los avistamientos.
Dicen que si tomas un tren en Nueva York entre la medianoche y las tres de la madrugada, especialmente en las líneas más antiguas, podrías cruzarte con ella. Eloise aparece sentada sola en uno de los vagones, vestida con un sencillo vestido blanco que parece fuera de época. Su rostro es pálido, sus ojos grandes y tristes, y siempre lleva en sus manos una pequeña muñeca de trapo.
Los relatos coinciden en que Eloise no interactúa directamente con los pasajeros. Ella simplemente mira por la ventana, como si estuviera buscando algo. Sin embargo, si alguien intenta acercarse o hablarle, desaparece justo cuando el tren entra en el siguiente túnel.
Algunos trabajadores del metro aseguran haber escuchado risas infantiles en túneles vacíos o haber visto pequeñas huellas en el polvo de las vías. Otros dicen que han visto su reflejo en los cristales del vagón, incluso cuando no había nadie más allí.
Hay una advertencia que acompaña la leyenda: si ves a Eloise y escuchas que te llama por tu nombre, no respondas ni te acerques. Según el mito, quienes lo hacen desaparecen misteriosamente, al igual que ella. Los pocos que han regresado cuentan haber sentido un frío intenso y haber visto imágenes de túneles interminables y luces parpadeantes, como si hubieran quedado atrapados entre los mundos de los vivos y los mu***os.
Para muchos, Eloise representa la soledad y el miedo que a menudo se sienten en las profundidades del metro de Nueva York. Su historia es una advertencia sobre el peligro de perderse, tanto física como emocionalmente, en una ciudad tan inmensa y a menudo indiferente.
La próxima vez que tomes el metro a altas horas de la noche, mantén los ojos abiertos. Si ves a una niña con un vestido blanco y una muñeca de trapo, recuérdalo: no es una pasajera común. Es Eloise, buscando eternamente algo que perdió… o tal vez buscando a alguien que la acompañe en su viaje eterno.
¿Te atreverías a tomar el metro después de la medianoche?