11/21/2025
Como defensor de la inclusión y del respeto hacia todas las comunidades, no puedo quedarme en silencio ante el video difundido recientemente por La Casa de los Alcohólicos, en el que se presenta una representación burlesca que ridiculiza a las personas con discapacidad.
Este tipo de “humor” no es una broma inocente:
Es una forma de violencia social normalizada.
Reduce, caricaturiza y deshumaniza a una comunidad que merece respeto, dignidad y representación justa.
Aún más preocupante e indignante es el uso de figuras prominentes e influencers como Ferrer Javier Francisco , conocidos por sus buenos valores y por mantener una moral limpia dentro de dinámicas que claramente cruzan una línea ética. No solo comprometen su imagen pública, sino que también los ponen en situaciones incómodas que nada tienen que ver con lo que representan.
En el video se ve a Ferrer, quien parece debatirse entre participar en un juego que no comparte o enfrentar la posibilidad de ser eliminado. Su expresión habla por sí sola: nadie debería sentirse presionado a actuar en contra de sus principios para cumplir con un formato que trivializa temas tan delicados. Obligar —directa o indirectamente— a una persona a ser parte de una burla hacia una comunidad vulnerable es una falta de sensibilidad y una irresponsabilidad por parte de la producción.
La inclusión no se construye riéndose de quienes ya enfrentan barreras diarias.
La inclusión se construye escuchando, respetando y entendiendo.
Por eso, este tipo de contenido es ofensivo, doloroso e incompatible con cualquier mensaje responsable o empático.
Desde nuestra posición de influencers y a nombre de nuestra organización sin fines de lucro en Morelos, Mexico, reafirmamos nuestra misión:
la inclusión es para todes, y se defiende con respeto, jamás con burla.
Invito a quienes producen este programa a reflexionar profundamente sobre el impacto real de sus decisiones. El entretenimiento nunca debe estar por encima de la dignidad humana. Mucho menos cuando involucra a comunidades vulneradas y a figuras públicas que no merecen ser colocadas en situaciones que contradicen sus valores.
Porque , y nadie merece ser objeto de burla por su condición.