10/06/2025
TEMA: “Listos para la batalla”
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
— Efesios 6:11-12
Cada día despertamos en un campo de batalla invisible. No se trata de guerras físicas, sino de luchas espirituales que enfrentamos en la mente, el corazón y el espíritu. Pero Dios no nos dejó desarmados: nos dio una armadura poderosa para resistir y vencer.
Pablo escribió esta carta desde la prisión, pero en lugar de hablar de debilidad, habló de fuerza espiritual. Usó la imagen del soldado romano para mostrarnos cómo debemos prepararnos como creyentes.
Nuestra lucha no es contra personas, sino contra fuerzas espirituales que buscan apartarnos de la verdad, robar nuestra fe y enfriar nuestro amor por Dios.
Por eso, el llamado es claro:
“Vístanse con toda la armadura de Dios.”
No basta con tener fe, hay que activarla. No basta con conocer la verdad, hay que caminar en ella. La armadura de Dios no es simbólica: es el recordatorio diario de que solo con Su poder podemos permanecer firmes.
❤️ Aplicación para hombres y mujeres:
• Hombre: tu lucha no es solo con la presión de ser fuerte o proveedor, sino también con mantener la integridad y fe en un mundo que ofrece atajos. Recuérdalo: tu verdadera fuerza está en Cristo, no en tu capacidad.
• Mujer: tus batallas pueden venir en forma de ansiedad, inseguridad o cansancio, pero cuando te vistes con la armadura de Dios, descubres que tu valor y poder vienen del cielo, no de las circunstancias.
Cada uno, en su rol, debe tomar la decisión diaria de vestirse espiritualmente antes de salir al mundo.
🙏 Oración:
Señor, hoy me visto con Tu armadura.
Cúbreme con Tu verdad y Tu justicia.
Fortalece mi fe y protégeme de las mentiras del enemigo.
Que mi mente permanezca en Ti y mis pasos sigan Tu paz.
Enséñame a pelear mis batallas con sabiduría, amor y poder.
Amén.