
05/08/2025
El coche brillante trajo ruido, no calma.
La ropa de marca vistió mi ego, no mi alma.
Corría tras destellos… no tras libertad.
Hasta que comprendí:
la riqueza no se mide en lujos,
sino en despertar liviano,
sin deudas, sin cargas, sin máscaras.
No esperes que la vida te lo grite a golpes.
La meta no está en lo rápido, lo caro, lo visto.
Está en el tiempo que es tuyo,
en los abrazos que no cuestan,
y en abrir los ojos con paz… y sonreír, sin motivo.