11/17/2025
Así dice el Señor para todos los que hoy se encuentran en un “desierto”:
“Yo he visto tu constancia. He visto que, aun en tu necesidad, no te has movido de Mi presencia.”
Así como aquella multitud estuvo tres días con Jesús sin recursos, así tú has permanecido. Y hoy el cielo declara:
“Siento compasión por ti.”
No es lástima, no es pena…
Es la compasión divina que mueve a Jesús a hacer un milagro creativo.
Es la compasión que multiplica, que transforma, que abre camino donde no existe, que alimenta donde no hay nada.
Profetizo en el nombre de Jesús:
🔸 Tu desierto se convierte en escenario de multiplicación.
Aunque tus recursos sean “siete panes y unos pocos pescaditos”, el Maestro dice:
“Entrégame lo poco, porque en mis manos se volverá abundancia.”
🔸 Lo que hoy parece insuficiente será más que suficiente.
Declaramos que vendrá provisión en tal nivel que comerás hasta quedar saciado, y todavía sobrará.
🔸 No serás despedido con hambre.
Jesús no permitirá que sigas tu camino débil, vacío o avergonzado.
Él te fortalece, te alimenta, te llena y te restaura para continuar.
🔸 Siete canastas proféticas son desatadas sobre tu vida.
Siete es plenitud, siete es cumplimiento.
El Señor te dice: “Lo que viene no será escaso. Lo que viene será completo.”
🔸 Multiplicación financiera, multiplicación de oportunidades, multiplicación de fuerza física y emocional.
Lo que se te acabó, regresa.
Lo que perdiste, vuelve multiplicado.
Lo que parecía pequeño, se expande.
Esta es la palabra profética:
“Yo soy el Jesús que multiplica en el desierto.
Te he visto, he sentido compasión por ti,
y hoy abro la puerta de la abundancia sobre tu vida.
No te irás vacío.
No caerás en el camino.
Comerás, te saciarás, y verás sobrar.”
En el nombre poderoso de Jesús. Amén. “Prepárate… porque en las manos de Jesús tu desierto se convierte en abundancia.
Lo que hoy parece poco, mañana será testimonio.
¡Este es tu tiempo de multiplicación!”