12/09/2025
A ti, mujer que todavía carga cicatrices que nadie ve…
No estás sola. No eres culpable. No eres menos.
Muchas de nosotras hemos amado tan fuerte que confundimos el dolor con “normal”, hasta que un día despertamos y dijimos: “Ya no más.”
Ese día no nos hizo débiles… nos hizo valientes.
No importa cuántas veces te quebraron la voz, la fuerza o el corazón…
Sigues aquí. Sigues de pie.
Y eso ya te hace poderosa.
Mereces una vida tranquila, un hogar en paz, y un amor que NO duela.
Mereces que te hablen bonito, que te respeten, que te valoren.
Mereces volver a reír sin miedo, a dormir sin lágrimas, a ser tú sin permiso.
Si hoy estás sanando, aunque sea poquito, aunque sea lento… estoy orgullosa de ti.
Si todavía estás en ese proceso de salir, o todavía te cuesta entender lo que viviste, recuerda esto:
No se supera de un día a otro.
Se aprende a respirar otra vez.
Se aprende a confiar otra vez.
Se aprende a ser tú otra vez.
Y aquí estoy para decirte que sí se puede.
Que la vida después del dolor existe.
Que tu historia no termina en ese capítulo oscuro.
Que eres mujer, eres fuego, eres fuerza… y te mereces lo mejor de esta vida.
Si nadie te lo ha dicho hoy:
Estoy contigo. Te creo. Y quiero verte brillar.