10/02/2025
Algunas personas nos han pedido una liturgia de comunión para el domingo. Al estar fuera dos semanas de vacaciones, se me hizo imposible hacerlo antes... pero mejor tarde.
Invitación a la mesa
L: Este es el banquete del pueblo de Dios. Aquí no hay este, oeste, norte y sur, porque Dios nos llama de todo lugar sin distinción a participar de su gracia. Vamos a unirnos como un pueblo que por un momento olvida sus divisiones para celebrar, para tener esperanza y para disfrutar del amor divino.
Gran oración de acción de gracias
L: El Señor sea con ustedes.
P: Y también contigo.
L: Elevemos el corazón.
P: Lo elevamos al Señor.
L: Demos gracias a nuestro Dios.
P: Es justo darle gracias y alabanza.
L: Dios de gracia y poder,
te damos gracias porque en Cristo Jesús nos has llamado con amor eterno
y nos has dado un Espíritu no de temor,
sino de fuerza, amor y buen juicio.
Te alabamos porque en él recibimos la vida nueva,
y porque en cada tiempo y lugar tu iglesia es sostenida
para guardar el buen depósito de la fe.
Hoy nos unimos con tu pueblo en todo el mundo
para proclamar que somos un solo cuerpo,
alimentado por un solo pan y una sola copa.
Envía ahora tu Santo Espíritu sobre este pan y este vino,
para que al recibirlos recibamos la fe que nos da la esperanza,
que nos renueva en el amor,
y que nos envía a servir en tu justicia.
Con toda la creación,
con las iglesias de cada continente,
con todo ser humano, con personas jóvenes y ancianas,
te damos gracias y cantamos con gozo:
P: Santo, santo, santo es el Señor de la vida.
Toda la tierra está llena de tu gloria.
Hosanna en las alturas.
Palabras de institución (1 Corintios 11: 23-26 TLA)
L: Lo que el Señor Jesucristo me enseñó, es lo mismo que yo les he enseñado a ustedes: La noche en que el Señor Jesús fue traicionado, tomó en sus manos pan, dio gracias a Dios, lo partió en pedazos y dijo: «Esto es mi cuerpo, que es entregado en favor de ustedes. Cuando coman de este pan, acuérdense de mí.»
Después de cenar, Jesús tomó en sus manos la copa y dijo: «Esta copa de vino es mi sangre. Con ella, Dios hace un nuevo compromiso con ustedes. Cada vez que beban de esta copa, acuérdense de mí.»
Así que, cada vez que ustedes comen de ese pan, o beben de esa copa, anuncian la muerte del Señor Jesús hasta el día en que él vuelva.
Anámnesis e invocación
L: Derrama tu Espíritu sobre este pan y esta copa, y sobre nuestras vidas, para que seamos un solo cuerpo en Cristo, guardando el buen depósito de la fe en amor y justicia.
Padre Nuestro (Mateo 6: 9-13. TLA)
Ahora, hagamos la oración que el Señor Jesús nos enseñó, diciendo:
Padre nuestro
que estás en el cielo:
Que todos reconozcan
que tú eres el verdadero Dios.
Ven y sé nuestro único rey.
Que todos los que viven
en la tierra te obedezcan,
como te obedecen
los que están en el cielo.
Danos la comida que necesitamos hoy.
Perdona el mal que hacemos,
así como nosotros perdonamos
a los que nos hacen mal.
Y cuando vengan las pruebas,
no permitas que ellas nos aparten de ti,
y líbranos del poder del diablo.
Porque tuyo es el reino,
el poder y la gloria
por todos los siglos. Amén.
Fracción del pan y comunión
L: El pan que partimos es la comunión en el cuerpo de Cristo.
P: Un solo cuerpo somos, porque del mismo pan participamos.(Se distribuye el pan y la copa)
Oración después de la comunión
Gracias, Dios de gracia,
porque en este banquete nos has unido con tu iglesia en todo el mundo.
Aviva en nuestros corazones el fuego de tu Espíritu,
para vivir sin temor y con valentía el evangelio de Jesucristo.
Haznos fieles guardianes del don recibido,
fuertes en la fe y abundantes en amor,
para servir con esperanza en medio del mundo.
Por Cristo Jesús, nuestro Señor.
Amén.