05/18/2025
EL ASESINO FRACASADO
🌟 Foto histórica donde se ve al mercenario argentino, Ernesto "Che" Guevara, tras su captura en Bolivia. A su derecha, el mayor de origen cubano, Félix Ismael Rodríguez, quien fue la última persona en interrogar al hombre que exigía a sus subalternos "guardasen la última bala para quitarse la vida antes de caer en manos del enemigo". Eso decía, el mismo fanático comunista que terminó sus días rindiéndose como un cobarde.
Por Gabriel Astengo
Ernesto Guevara de la Serna, fue un sociópata argentino, nacido en Rosario y más conocido como el "Che", o "el Chancho", que en el argot latinoamericano significa cerdo, mote que le impusieron sus jóvenes amigos por su poca afición a la higiene personal.
Proveniente de una familia pudiente de la clase media alta, comenzó sus estudios de Medicina, los que nunca concluyó, para dedicarse, según él, "a correr mundo".
En Perú conoce a la trotskista Hilda Gadea, mujer poco agraciada y mucho mayor que él, quien lo inicia en esa variante radical de la doctrina marxista y con quien procrea una hija en México.
Ernesto Guevara de la Serna predicó y practicó el odio como factor de lucha. Ra***ta cabal, escribió: “Los negros, los mismos magníficos ejemplares de la raza africana que han mantenido su pureza racial gracias al poco apego que le tienen al baño”.
Sobre los indios anotará “en este tipo de trenes hay una tercera clase destinada a los indios de la región… es mucho más agradable el olor a excremento de vaca que el de su similar humano… la grey hedionda y piojosa… nos lanzaba un tufo potente, pero calentito”.
A los aborígenes mexicanos los definió como “la indiada analfabeta de México”. Sobre el campesinado boliviano subrayó, “son como animalitos”.
Ni su mujer, Hilda Gadea, se salvó de sus humillaciones “Hilda Gadea me declaró su amor en forma epi***lar y en forma práctica. Yo estaba con bastante asma, si no tal vez no la hubiese "cogido"...lástima que sea tan fea”.
Su afán aventurero lo lleva a Guatemala, donde se identifica con el gobierno pro-marxista de Jacobo Arbenz, de donde sale huyendo luego de la caída de este, producto de una rebelión nacionalista encabezada por el coronel Castillo Armas.
Llega asilado a México, donde conoce a Fidel Castro y se une al Movimiento 26 de Julio, con el que comienza a entrenar para un desembarco en Cuba. Su introvertida personalidad y sus prejuicios racistas contra los indios y negros, no son bien mirados por los futuros expedicionarios, en su inmensa mayoría compuesto por cubanos idealistas que soñaban con derrocar la dictadura impuesta por Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952.
El 2 de diciembre de 1956, el grupo expedicionario desembarcó en Las Coloradas, al sur de la provincia de Oriente, cerca de los enclaves m***añosos de la Sierra Maestra. El desembarco fue todo un desastre, pero Castro y un pequeño grupo logran sobrevivir e internarse en los montes de espesa vegetación, donde más tarde se reagrupan.
Ya en la Sierra Maestra, el "Che", comienza a destacarse por su total sumisión a Fidel Castro y por sufrir constantes ataques de asma. Por su proximidad a Castro es ascendido a comandante, antes que otros rebeldes con más méritos que él.
Constantemente creando intrigas junto a Raúl Castro, en contra de revolucionarios de claras y definidas tendencias democráticas, como lo eran Frank País, René Ramos Latour "el comandante Daniel", Jorge Sotús, Huber Matos, Higinio "Nino" Díaz y muchos más, Guevara se va ganando poco a poco la total confianza de Castro, quien más tarde lo utilizaría para sus solapados planes hegemónicos.
Luego de la muerte de Frank País, producto de la infame delación de Vilma Espín Guillois (cumpliendo secretamente órdenes de Castro) la sección civilista y democrática del Movimiento 26 de Julio queda definitivamente acéfala. Los revolucionarios santiagueros, que tan valientemente habían combatido el 30 de Noviembre de 1957, tienen que huir de la ciudad, abandonar la lucha clandestina e integrarse a las guerrillas de la Sierra Maestra controladas por Castro.
No obstante, ya en la Sierra, surgen algunos enfrentamientos ideológicos, siendo el más destacado la polémica surgida entre Guevara y René Ramos Latour, el "comandante Daniel", segundo hombre de Frank País.
He aquí algunos fragmentos de este polémico intercambio epi***lar entre el revolucionario democratico y el dogmatico stalinista :
En una carta del 14 de diciembre de 1957, Guevara escribía a Daniel: ''Pertenezco por mi preparación ideológica a los que creen que la solución de los problemas del mundo está detrás de la llamada cortina de hierro y tomo este movimiento como uno de los tantos provocados por el afán de la burguesía de liberarse de las cadenas del imperialismo''.
Daniel responde a Guevara el 18 de diciembre de 1957: ''Los que tienen tu preparación ideológica piensan que la solución a nuestros males está en liberarnos del nocivo dominio yanqui, por medio del no menos nocivo dominio soviético''. En aquella misma carta, Ramos Latour agregaba que la ideología del Movimiento "26 de Julio" se inspiraba en el pensamiento político de José Martí, que consistía en hacer de Cuba un país democrático y próspero, pero con justicia social, y que los pactos con otras fuerzas opositoras eran necesarios y saludables.
Un tiempo después, René Ramos Latour, caería combatiendo heróicamente contra el ejército de Batista.
Meses más tarde, Castro designa a Guevara y Camilo Cienfuegos, para comandar la invasión hacia las provincias occidentales.
Luego de librar pequeñas escaramuzas en la zona oriental, Guevara negocia con jefes militares corruptos de Batista su paso por la provincia de Camagüey, entregándoles a estos, fuertes sumas de dinero en efectivo, siendo el caso más destacado el del coronel Dueñas, quien le cedió el paso a los rebeldes por Baraguá, al sur de Ciego de Ávila.
Por el contrario, las fuerzas de Camilo, tuvieron que enfrentarse contra militares honorables, que aunque defendiendo un mal gobierno, no se dejaron sobornar, como fue el caso del pundonoroso capitán Abon Li en el combate de Yaguajay.
Al llegar a la provincia de Las Villas, Guevara enfrenta nuevos problemas, ya que los grupos rebeldes que combatían en esa zona se niegan a ponerse bajo su mando.
Esta el caso del comandante del Ejercito Rebelde, Jesús Carreras Zayas, quien desde la etapa insurreccional, había tenido fuertes confrontaciones con Ernesto «Che» Guevara por sus pretensiones autoritarias en la zona.
Finalmente y sin más alternativas al respecto, se ve prácticamente obligado a firmar el Pacto de El Pedrero, junto a los líderes del "Directorio Revolucionario "13 de Marzo" y así aunar esfuerzos para atacar la ciudad de Santa Clara, con fuerzas combinadas de ambas agrupaciones.
Otros grupos de insurgentes no pactan con Guevara y continúan la lucha de manera independiente, como el "Segundo Frente Nacional de El Escambray", quien no reconoce el mando, que por órdenes de Castro trató de imponer Guevara en esa provincia.
Al caer el "famoso" tren blindado en manos de los rebeldes, comienza el fabricado mito del "guerrillero heroico" otorgándole a Guevara una inmerecida fama, cuando en realidad el peso del combate lo llevaron los hombres del Directorio Revolucionario.
Al triunfo de la Revolución, Guevara es designado jefe militar de la Fortaleza de La Cabaña, donde se destaca por su sangre fría e inmensa crueldad contra los políticos, policías y soldados del régimen vencido. La misma cruel actitud, que más tarde emplearía contra sus antiguos compañeros de lucha, quienes no se someterían al giro comunista del proceso revolucionario. Sus cientos de atrocidades en aquella etapa están más que documentadas.
Es de destacar que pocas semanas después del triunfo revolucionario, en enero de 1959, los oficiales del comandante Carreras fueron a visitar al «Ché» Guevara en La Cabaña, para plantear ciertas situaciones que consideraban anómalas.
Cuando entraron a la oficina de Guevara, éste empezó a hablar mal de Jesús Carreras, sin percatarse que éste último había llegado. El mercenario argentino se puso pálido cuando lo vió. Carreras se le fue encima y el Ché retrocedió, en medio de la discusión. Carrera lo retó a duelo y le dijo que saliera al patio de la Cabaña si era hombre.
El Ché, tratando de sobreponerse a aquel primer impacto, le sonrió socarronamente y le dijo: ¨Cómo es posible que dos revolucionarios, dos compañeros, lleguen tan lejos por un simple mal entendido¨. Así era de rastrero, cobarde y ruin, el apodado «Carnicero de La Cabaña».
Ernesto Guevara, junto a los Castro, fueron los artífices de la traición a los postulados originales de la Revolución Cubana y de la entrega de nuestra soberanía nacional en manos de la Unión Soviética. Fueron ambos, los verdaderos contrarrevolucionarios de aquel histórico proceso.
Tras la carnicería de prisioneros en la fortaleza de La Cabaña, la cúpula castrista lo designa meses después como presidente del Banco Nacional de Cuba, donde tiene la inmensa desfachatez de firmar los billetes del país con su vulgar seudónimo del "Che". Más tarde lo colocan al frente del Ministerio de Industrias y continuó su interminable "carrera" de desastres.
Tiempo después lo envían a Argelia, donde tiene un encontronazo con el embajador soviético en ese país, "ganándose" la animadversión rusa por ese hecho.
Más tarde, cumpliendo órdenes de Castro en su afán expansionista, trata de apuntalar un régimen de tendencia comunista en el Congo, pero malogrado su intento y a punto de caer prisionero en el Lago Tanganika, donde le hunden dos barcazas que lo escoltaban, logra escapar y regresa derrotado a Cuba. Alli es recibido de manera clandestina y con suma frialdad por parte del gobierno castro-comunista, motivado por su total fracaso en tierras africanas.
Finalmente, para salvar el mito del "guerrillero heroico", congraciarse con sus amos soviéticos y también para quitárselo de encima, el dictador Castro lo pone al frente de una nueva campaña expansionista, pero esta vez en tierras latinoamericanas.
Se m***a un entramado publicitario al mejor estilo hollywoodense, con "carta de despedida" y todo (que más tarde se descubriría que fue escrita por el propio Castro para ensalzar su propio ego) y lo envían al frente de un grupo de "problemáticos" oficiales castristas a su postrera campaña en Bolivia, donde a su vez, fue infiltrado por la espia de la KGB, Tamara Bunke, debido a la tendencia maoista de Guevara.
En aquel país todo le fue mal desde el principio, los comunistas bolivianos le viraron la espalda, sus tácticas guerrilleras fueron un total desastre, sus antiguos métodos de sobornar militares no le funcionaron, el campesinado lo ignoró, Castro lo abandonó, Regis Debray lo delató, y ya sin logística, con su grupo diezmado, cae herido gritando acobardado ¡no me maten, no me maten, soy el "Che" Guevara y valgo más vivo que mu**to!
El hombre que le exigía a sus subalternos que "guardasen la última bala para quitarse la vida antes de caer en manos del enemigo", se rindió como un cobarde más, con el magazine de su pi***la repleto de balas.
Hecho prisionero fue trasladado a La Higuera, donde se le trató con respeto como prisionero de guerra, en claro contraste con su conducta en Cuba, donde antes de asesinar fríamente a sus adversarios, los humillaba, vejaba e insultaba. Horas más tarde el alto mando boliviano decidía sumariamente ejecutarlo.
¡Y cosas de la vida! El oficial de más alto rango que se encontraba ese día en La Higuera, era un cubano exiliado, el mayor Félix Ismael Rodríguez Mendigutía, quien recibió directamente un código con la orden del Presidente de Bolivia, Gral. René Barrientos, decidiendo que el mercenario argentino fuera ajusticiado.
Dicen que cuando el mayor Rodríguez le comunicó a Guevara la decisión gubernamental, éste se puso pálido. Más tarde, entró el sargento Terán y se oyeron varias descargas. El que a hierro mató a hierro moría.
El mayor Félix Rodríguez, quizá sin proponérselo, era la representación de nuestro pueblo cubano haciendo ejemplar justicia con un derrotado asesino, el mismo que los comunistas trataron de "venderle" al mundo su figura como un "guerrillero heroico", cuando en la realidad Guevara fue un fracaso ambulante.