
09/23/2025
Por no querer perderlo… te perdiste a ti misma.
Te convertiste en esa mujer que aguantaba maltratos y solo decía:
“Ya estoy acostumbrada.”
Te convertiste en esa mujer que no era valorada, y aún así repetías:
“Está bien.”
Te convertiste en esa mujer a la que ponían en último lugar, y respondías:
“No importa.”
Te convertiste en esa mujer que era invisible, y solo murmurabas:
“Estoy bien.”
Te convertiste en esa mujer a la que daban por sentada, y tú te convencías:
“Todo está bien.”
Te convertiste en esa mujer que ya no era feliz, pero cada día decía:
“Voy a estar bien.”
Y si estás leyendo esto ahora, necesitas entender algo:
Ningún hombre vale lo suficiente como para perderte a ti misma.
Ningún hombre merece que sacrifiques tu felicidad por mantenerlo.
Ningún hombre vale tu tormento interno solo para hacerlo feliz a él.
Tal vez… perderlo es la única forma en la que puedas volver a encontrarte.
Porque, aunque no quieras aceptarlo,
él ha sido el obstáculo entre tú y la mujer que eras.
Y también es la razón por la que dejaste de ser tú durante tanto tiempo.
ANÓNIMO