06/17/2025
La noche del lunes 16 de junio ha marcado un punto de no retorno en la histórica rivalidad entre Israel e Irán. Lo que durante décadas fue una "guerra en la sombra" ha estallado en un enfrentamiento directo y devastador. Sirenas antiaéreas en Tel Aviv y explosiones en las montañas que rodean Teherán son la nueva y peligrosa realidad de una escalada que amenaza con incendiar todo Oriente Medio. Mientras las víctimas se cuentan por decenas en Israel y la infraestructura estratégica de Irán es golpeada, la comunidad internacional observa con impotencia y temor.
El Fuego Cruzado que Rompió el Tablero
La ofensiva comenzó con una audacia calculada. Tras el as*****to de altos cargos militares y científicos nucleares iraníes la semana pasada, Israel decidió llevar la presión directamente a la capital persa. El Ejército israelí lanzó una serie de bombardeos sobre supuestos objetivos militares en las zonas de Bagheri y Chitgar, al oeste de Teherán, no sin antes emitir una inédita orden de evacuación para los civiles de la zona. "En las próximas horas, el Ejército israelí actuará para atacar la infraestructura militar del régimen iraní", advertía su portavoz en persa, Kamal Penhasi.
La respuesta de Teherán no se hizo esperar. Calificando sus acciones como "proporcionadas y defensivas", Irán desató un torrente de misiles y drones contra territorio israelí. El sistema de defensa, la famosa Cúpula de Hierro, se vio puesto a prueba mientras los proyectiles alcanzaban diversas localidades. El saldo más reciente eleva la cifra de fallecidos en Israel a 23 desde el inicio de la crisis, con cuerpos recuperados en Haifa y cerca de Tel Aviv.
El Fantasma Nuclear
La mayor preocupación, sin embargo, reside en la dimensión nuclear del conflicto. Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), ha lanzado la voz de alarma. Aunque por ahora no hay constancia de fugas radiactivas, Grossi teme que las aproximadamente 15,000 centrifugadoras de la instalación subterránea de Natanz hayan quedado "muy dañadas o destruidas" por los ataques. La posibilidad de un desastre radiológico, intencionado o accidental, añade una capa de terror a la ya volátil situación.
El Impredecible Papel de Trump y la Reacción Global
En medio del caos, las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, desde la Cumbre del G7 en Canadá, no han hecho más que aumentar la incertidumbre. En un mismo día, ha instado a "evacuar inmediatamente Teherán" y ha reiterado su creencia de que Irán terminará firmando un acuerdo nuclear. "A veces tienen que pelearse", llegó a comentar, una frase que refleja su particular visión de la diplomacia internacional.
Mientras tanto, el mundo árabe e islámico ha mostrado una rara unidad. Veinte naciones, desde Arabia Saudí hasta Turquía, condenaron la "agresión israelí" y pidieron una desescalada inmediata. En el G7, la posibilidad de una declaración conjunta pende de un hilo, dependiente de la voluntad de Washington.
Con el Ejército israelí enfocado en "dar caza" a los lanzamisiles balísticos iraníes y la Guardia Revolucionaria prometiendo que sus ataques durarán "hasta el amanecer", la noche del 17 de junio se presenta como una de las más largas y peligrosas de la historia reciente. El mundo contiene la respiración, atrapado entre el optimismo de los mercados por una improbable tregua y la cruda realidad de una guerra que ya nadie puede llamar "en la sombra".