07/16/2025
🦁 “El león no se vuelve vegetariano” – Reflexión de un vendedor de la vieja escuela
Pertenezco a esa vieja escuela de ventas, altamente persuasiva, donde la técnica era una herramienta quirúrgica y el cierre, un arte.
Una época donde el vendedor se preparaba como un atleta: agudo, enfocado, con una estructura clara y una intuición fina para leer al cliente.
Hoy los tiempos han cambiado. Los vendedores suavizaron sus discursos en un intento por agradar a un cliente moderno: más exigente, más informado y, sí, más sensible.
Pero en esa suavidad también se perdió algo: la agudeza, el filo, la firmeza para conducir una operación hacia un cierre efectivo.
Muchos culpan a la economía, a la generación Z, al algoritmo, al clima…
Pero la verdad es más profunda: olvidaron las verdaderas razones por las que la gente compra.
Porque el deseo, la emoción, la necesidad de sentirse visto, seguro y convencido, siguen intactos.
Eso no ha cambiado.
El nuevo vendedor teme incomodar.
Evita confrontar.
Y, en esa búsqueda de ser aceptado, pierde autoridad y dirección.
Pero la venta sigue siendo lo que siempre fue:
Un acto de influencia legítima, un baile entre mente y emoción, una guía poderosa que lleva al cliente desde la duda hasta la decisión.
Sí, la naturaleza cambió.
Sí, el clima es distinto.
Pero el león no se vuelve vegetariano.
Simplemente afina su observación, espera el momento preciso y caza con más inteligencia.
La venta no se ha vuelto obsoleta.
Se ha vuelto más estratégica.
Y los verdaderos vendedores no desaparecieron,
evolucionaron con la misma garra, pero con nuevos colmillos.
Pacho López