07/14/2025
AUMENTO DE DETENCIONES EN IOWA - LA REALIDAD
Datos recientes publicados por The Des Moines Register revelan un fuerte aumento en las detenciones, arrestos y deportaciones realizadas por ICE en Iowa durante la primera mitad de 2025.
Tan solo entre enero y mayo de este año, ICE arrestó a 397 personas y deportó a 280, cifras que ya superan el total de 298 arrestos y 211 deportaciones de todo el año 2024. Este nivel de persecución va en contra de las realidades económicas y sociales del estado, donde los inmigrantes son una parte vital de la fuerza laboral y el tejido comunitario.
Iowa necesita inmigrantes en su fuerza laboral
La inmigración impulsa el crecimiento: La migración internacional es clave para el crecimiento poblacional y laboral de Iowa. Solo en 2024, casi 19,500 personas nacidas en el extranjero se mudaron al estado, comparado con aproximadamente 4,000 nacimientos. Esto representa más del 80% del crecimiento poblacional.
Llenando vacíos laborales: Sectores como la agricultura, la manufactura, los servicios y la salud dependen directamente de la mano de obra inmigrante. Más del 7% de la fuerza laboral del estado es inmigrante, y en áreas como la producción industrial, representan más del 16%.
Vitalidad económica: En condados como Story y Boone, los inmigrantes —aunque solo son entre el 6% y 7% de la población— generaron casi $390 millones de dólares en el PIB local y alcanzaron un 97% de tasa de empleo.
Contribuyentes y consumidores: En todo Iowa, en 2018 los hogares encabezados por inmigrantes pagaron $1,380 millones en impuestos federales, estatales y locales, y contaban con un poder adquisitivo de $3,900 millones.
Iowa no tiene un problema de crimen
Bajas tasas de criminalidad: En 2019, Iowa registró 7,545 delitos violentos en una población de más de 3 millones. No hay evidencia que sugiera un aumento de delitos vinculado a la población inmigrante.
Trabajadores pacíficos y esenciales: Muchos inmigrantes ocupan empleos que los nacidos en Iowa no están tomando, especialmente en el campo, las empacadoras de carne y el sector servicios. Gracias a ellos, la economía rural y urbana sigue funcionando.
Contrastes que hacen reflexionar
Miembros fundamentales de la comunidad: Los inmigrantes no solo trabajan: son padres, vecinos, dueños de negocios pequeños y miembros activos de nuestras comunidades. El jefe de policía de Storm Lake ha dicho que los inmigrantes enriquecen la vida cívica en lugar de amenazarla.
Un clima de miedo: A pesar de su integración, el aumento de operativos de ICE genera terror en miles de familias. Muchas de ellas ya se han manifestado en Des Moines y otras ciudades, como ocurrió el 10 de junio.
Política errónea: Esta ofensiva ignora la baja natalidad en Iowa y pone en riesgo la economía estatal. Sin inmigrantes, el estado perdería miles de trabajadores y cientos de millones en producción.
Una persecución que no tiene sentido
Iowa no enfrenta una crisis de seguridad. Tiene comunidades limpias, una economía sólida y zonas rurales vibrantes. Lo que sí enfrenta es una desconexión entre las metas nacionales de ICE y la realidad local: una fuerza laboral que depende en gran medida de la inmigración.
Estas redadas interrumpen familias, dañan la economía local y erosionan la confianza institucional. No están persiguiendo criminales, sino a las personas que mantienen funcionando nuestras empacadoras, granjas y restaurantes.
Imagínese un Iowa sin trabajadores inmigrantes: plantas cerradas, campos sin cosechar, menos dinero circulando y menos ingresos fiscales.
Ahora imagine un Iowa donde los inmigrantes siguen enseñando a los niños, abriendo tiendas, ofreciendo ayuda comunitaria y generando empleos.
Conclusión: Encrucijada moral y económica
Los habitantes de Iowa deben hacerse una pregunta clara: ¿Está justificado dividir familias y comunidades, cuando estos mismos inmigrantes representan una solución, no un problema?
Las acciones de ICE no resuelven el crimen, sino que rompen la confianza. Amenazan no la seguridad, sino los valores que definen a Iowa: trabajo, comunidad y oportunidad.
Es momento de reflexionar y reconocer que los inmigrantes en Iowa no son una amenaza: son parte vital de nuestra solución.