12/02/2025
Cuando dos adultos se separan, algo dentro de un niño se rompe sin comprender por qué.
Una niña de siete años no debería cargar con silencios, ni con ausencias forzadas.
Ella solo quiere sentir que ambos la aman… aunque los caminos de ellos ya no sean los mismos.
A veces, el dolor convierte el corazón en un muro. Pero esos muros también hieren a los hijos.
Sanar es recordar que el amor de un padre no es negociable.
Sanar es permitir que los niños tengan lo que nosotros no tuvimos.
Sanar es elegir la paz por encima del rencor.
Si estás viviendo algo parecido y quieres liberarte del peso emocional,
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