
10/12/2025
El clavo le dijo al ma****lo:
—¿Por qué siempre eres tú quien me golpea?
El ma****lo respondió:
—No lo hago para lastimarte, lo hago para ayudarte a cumplir tu propósito.
—Pero duele… —susurró el clavo.
—Lo sé —dijo el ma****lo—, pero sin ese golpe nunca entrarías en la madera, nunca sostendrías nada, nunca servirías de apoyo para nadie.
—¿Y tú? ¿No te cansas de golpear?
—Claro que sí, pero vale la pena cuando veo que gracias a eso tú logras tu misión.
El clavo guardó silencio, y con una pequeña sonrisa dijo:
—Gracias por empujarme, aunque duela. Gracias por no dejarme a medias.
Moraleja: a veces la vida nos golpea no para destruirnos, sino para colocarnos justo donde debemos estar.
El dolor también puede ser una forma de avance, de Amor.