09/25/2025
/ La ciudad de Manta amaneció este jueves con la trágica noticia del as*****to de María Choez, reconocida dirigente barrial del sector Santa Clara y portavoz activa en el caso de los 21 pescadores desaparecidos en el barco atunero Patricia Lynn.
El hecho ocurrió en las inmediaciones del IESS de Manta, frente a su puesto de encebollados, donde fue acribillada con más de diez disparos dirigidos a la cabeza. Según reportes preliminares, los agresores llegaron en motocicleta y atacaron de forma directa a la ciudadana, sin mediar palabra, ejecutando lo que las autoridades han catalogado como un posible sicariato.
Una voz que exigía justicia
María Choez no era una desconocida en la lucha por la verdad. Su nombre había resonado en medios locales y regionales desde que su familiar, uno de los 21 tripulantes del Patricia Lynn, desapareció en circunstancias aún no esclarecidas el 21 de diciembre de 2024. El atunero zarpó del puerto de Manta y, desde entonces, nunca se volvió a tener contacto con la embarcación ni con su tripulación.
Desde entonces, Choez se convirtió en una de las principales líderes y voceras de los familiares de los desaparecidos, organizando plantones, acudiendo a medios de comunicación y exigiendo públicamente respuestas a las autoridades marítimas, a la Capitanía del Puerto y al Gobierno Nacional. Su lucha fue persistente, marcada por la esperanza, la indignación y el dolor.
“Solo queremos saber la verdad y encontrar a nuestros hijos, hermanos, esposos. No vamos a rendirnos”, dijo en una de sus últimas declaraciones públicas durante un plantón en la Capitanía del Puerto.
Silencio y consternación
El as*****to ha generado consternación y temor en la comunidad mantense, así como en organizaciones de derechos humanos y sectores sociales que han venido acompañando el caso de los pescadores desaparecidos. Muchos consideran que la muerte de María Choez no es un hecho aislado, sino un intento deliberado por silenciar una voz incómoda que incomodaba a estructuras de poder, corrupción o crimen organizado.
Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido declaraciones oficiales sobre el avance de la investigación ni si el crimen guarda relación directa con su rol como activista y denunciante.
En redes sociales, cientos de ciudadanos han compartido mensajes de indignación con frases como: “Callaron a una luchadora”, “Silenciaron a una madre valiente”, “No fue una muerte más: fue un as*****to con mensaje”.
Un crimen que exige respuestas
La muerte de María Choez ocurre en un contexto de violencia creciente en la provincia de Manabí, donde la crisis de seguridad se ha intensificado, con cifras alarmantes de sicariatos y desapariciones. Su as*****to no solo deja a una familia en duelo, sino también a toda una comunidad huérfana de una líder que se negó a guardar silencio ante la injusticia.
La sociedad mantense y el país exigen que este crimen no quede impune y que se esclarezcan tanto su as*****to como la verdad detrás de la desaparición del Patricia Lynn, uno de los casos más oscuros y dolorosos de los últimos años para el sector pesquero del Ecuador.