11/14/2025
👉 No toda ovación viene del cielo. Y no toda persona rodeada de multitudes está respaldada por Dios. La Escritura nunca midió la unción por la cantidad de manos levantadas, sino por la fidelidad al mensaje de Cristo.
La popularidad seduce; la verdad santifica. La unción no se mide en seguidores, sino en obediencia, carácter y fidelidad a La Palabra. Jesús nunca buscó aplausos, buscó hacer La Voluntad del Padre (Jn 6:38).
El corazón reformado recuerda esto: la unción no se fabrica, se reconoce en el fruto GENERADO POR EL ESPÍRITU SANTO
(Mt 7:16).
No confundas ruido con poder. No confundas emoción con conversión. No confundas fama con fidelidad.
“Examinadlo todo; retened lo bueno.”
(1 Tesalonicenses 5:21)