10/30/2024
UN EQUIPO CON PROBLEMAS INTERNOS
Pedro, además de los razgos que ya le conocemos, era muy competitivo y celoso respecto de los otros discípulos. Él estaba enfocado en su relación con Jesús, pero al parecer no le interesaba mucho cultivar una buena relación con el resto. Él siempre trataba de diferenciarse de los otros. Cuando vió a Jesús andando sobre el agua, él fue el único que saltó del bote para ir al encuentro del Maestro. Cuando Jesús dijo "todos me van a abandonar esta noche", Pedro dijo "lo harán ellos, pero yo no". Pedro estaba alerta acerca de que iba a pasar con Juan en el futuro. Jesús le dijo "no es asunto tuyo lo que voy a hacer con él, sígueme tú".
Había sospechas en el grupo de que Jesús amaba a Juan más que a los demás. Lo habían visto recostarse sobre el hombro de Jesús en la última cena. Por alguna razón, Jesús no dejó a su madre a cargo de Pedro, ni de Jacobo, sino que se la encargó a Juan. Favoritismo? No creo, porque las llaves del reino no se las dejó a Juan, sino a Pedro. De hecho, para algunas tareas, Jesús no llevaba a los 12. Sólo llevaba a los 3: Pedro, Jacobo y Juan.
Esto hizo pensar a los dos hermanos, que podían reclamar un lugar a la derecha y a la izquierda de Jesús en el cielo. Se ve que discutieron el asunto en la casa, porque la mamá de ellos vino a proponérselo a Jesús. Cuando se enteraron, los demás discípulos se enfurecieron. Ya habían tenido esa discusión antes, acerca de quién de ellos serían el más grande en el reino. Jesús les respondió que el que quisiera ser el más grande tendría que empezar siendo el siervo de todos.
Da la impresión que a veces surgía un recelo de unos contra otros. En varias ocasiones hubo desacuerdos entre ellos por ejemplo respecto a permitir que la gente trajera los niños a Jesús. Jesús los reprendió y les dijo "dejen a los niños venir a mí y no se lo impidan". En otra ocasión estaban preocupados porque habían visto a alguien que no era del grupo expulsar demonios y quisieron pararlo. Jesús le dijo que no debían impedirlo.
Varias veces Jesús tuvo que reprender a Pedro y a Felipe.
A Judas le habían confiado la tesorería, pero fue una mala elección porque él robaba. Por si fuera poco, aunque fue parte del circulo íntimo de Jesús, al final lo traicionó.
Tal como lo había anunciado Jesús, en la hora que más los necesitó, todos los discípulos lo abandonaron. Incluso Pedro, el que dijo "yo no, tendrán que pasar sobre mi cadáver", se asustó y lo negó tres veces.
En el equipo de Jesús de vez en cuando había discordia, competencia y celos. Había discípulos apacibles como Juan y discípulos intensos como Pedro. Evangelistas como Andrés e incrédulos como Tomás. Había desconfianza unos con otros y también intentos de "acomodarse" o posicionarse bien al lado del Maestro.
No fue un equipo perfecto. Pero fue un equipo dirigido de una manera perfecta para un propósito eterno.
Ahora unas preguntas:
Quién eres tú en la foto?
Cómo te posicionas en el equipo?
Cómo ves a los otros?
Qué es lo que más te preocupa de tu rol en el equipo?
Sirves pensando en el propósito o pensando en ti?
Tu interés mayor es la misión o el tuyo propio?
Estás preocupado por los movimientos de los demás o estás enfocado en la parte que te toca a ti?
Estás siendo fiel con lo que se te asignó o estás sacando provecho propio?
Eres uno de los que estará con el líder cuando más te necesite, o eres el que lo negará tres veces?
Darás tu vida por la causa de Cristo o lo entregarás por 30 monedas de plata?
Andres Miranda