08/06/2025
ANTES DE PERDONAR A TU PAREJA POR ENGAÑARTE, LEE ESTO. ❤️🩹
La traición no comienza cuando te enteras… comienza mucho antes.
Tu pareja no se siente mal por lo que hizo, se siente mal porque la descubriste. Si no la hubieras atrapado, seguiría igual, engañándote, mirándote a los ojos con la misma sonrisa hipócrita con la que se fue a traicionarte.
Perdonar una infidelidad es algo que no deberías tomar a la ligera.
No se trata de ser “bueno” ni de ser “maduro”.
Se trata de entender que tu bienestar está en juego, que tu dignidad y tu amor propio no pueden ser moneda de cambio.
Y por favor, no culpes a la “otra persona”. Esa persona no tenía un compromiso contigo. Tu pareja sí.
Fue ella (o él) quien aceptó cada mensaje, quien respondió a cada insinuación, quien permitió los toques, quien inició los besos, quien se quitó la ropa sabiendo que tú existías.
No fue un error. Fue una serie de decisiones conscientes.
Una tras otra, hasta cruzar la línea.
Y cuando terminó… regresó a tu lado.
Con su “mi amor” en la boca y tu corazón en la mano.
Tú, sin saber nada, le respondiste con amor real… y ahí está el verdadero golpe: su deslealtad absoluta.
Ahora que lo descubriste, ¿estás pensando en perdonar?
Pregúntate algo: ¿de verdad se arrepiente de lo que hizo o solo del hecho de que lo atrapaste?
Porque si lo perdonas para “mantener la relación”, lo más probable es que lo vuelva a hacer.
La confianza rota no se repara con parches. Se rompe. Punto.
Perdonar está bien, pero no por el otro. Perdona por ti.
Para liberarte del rencor, para no quedarte envenenado por lo que pasó.
Pero no confundas perdonar con mantener a tu traidor al lado.
El amor verdadero no hiere así.
El respeto y la lealtad no se negocian.
Y tú mereces una vida donde no tengas que dudar cada vez que tu pareja dice “voy a salir”.
Mereces un amor que no tengas que vigilar.