
08/06/2025
Muchas veces creemos que el dolor viene de fuera: de lo que nos dicen, de lo que no nos dan, de quienes nos rechazan. Pero la verdad más incómoda es que el verdadero origen del sufrimiento está dentro.
Cuando no hay paz interior, cualquier palabra se convierte en un ataque.
Cuando no hay autoestima, cualquier "no" se siente como abandono.
Cuando no hay prioridades, cualquiera puede manipularte.
Y ahí está el verdadero trabajo: dejar de exigir que los demás cambien y empezar a fortalecerte tú.
No se trata de vivir blindado al mundo, sino de sanar por dentro lo suficiente como para que el mundo no te derrumbe.
Porque al final, nadie puede romperte si tú aprendes a sostenerte.
La verdadera libertad no se encuentra en controlar a los demás, sino en tener el control de uno mismo.