
07/08/2025
Inconstantes
Porque el que duda es semejante a la ola del mar, que es llevada por el viento y echada de una a otra parte. — (SANTIAGO, 1:6)
Es innegable que existe una duda científica y filosófica en el mundo que, alojada en corazones leales, constituye un precioso estímulo para la adquisición de grandes y elevadas convicciones; sin embargo, Santiago se refiere aquí a la inconstancia del hombre que, procurando recibir los beneficios divinos en la esfera de las ventajas egoístas, suele perseguir variadas situaciones en el terreno de la investigación intelectual sin propósito alguno de confiar en los valores sustanciales de la vida.
Quien intenta atravesar muchas puertas al mismo tiempo, acaba por no cruzar ninguna.
La ligereza perjudica a las criaturas en todos los caminos, especialmente en las posiciones de trabajo, en las enfermedades del cuerpo y en las relaciones afectivas.
Para que alguien pueda juzgar con acierto una determinada experiencia, necesita contar cuántos años ha vivido dentro de ella, experimentando sus características.
Necesitamos, por encima de todo, confiar sinceramente en la Sabiduría y en la Bondad del Altísimo, comprendiendo que es indispensable perseverar con alguien o con alguna causa que nos ayude y edifique.
Los inconstantes son semejantes a la ola del mar, absorbida por el viento y arrojada de una parte a otra.
Cuando sirvas o cuando aguardes las bendiciones del Alto, no te dejes llevar por la inquietud enfermiza.
El Padre dispone de innumerables instrumentos para administrar el bien y es siempre el mismo Señor Paternal, a través de todos ellos.
El don llegará, pero depende de ti, de cómo procedas en la lucha constructiva, persistiendo o no en la confianza, sin la cual el Poder Divino encuentra obstáculos naturales para expresarse en tu camino.
Emmanuel