24/07/2025
“Escuchar lo que duele”
Por Guille Intendente
Hay cosas que no siempre se dicen en voz alta, pero que todos y todas , de una forma u otra, sentimos. El dolor callado de muchos gurises y gurisas. Esa angustia que flota en las aulas, en las esquinas, en casas donde no alcanza ni el pan, ni la paz. La verdad es que, cuando parece que a nadie le importa lo que te pasa, la desesperanza se mete adentro y cuesta sacarla.
Y yo no quiero un Río Negro que se acostumbre al dolor de su gente. No quiero que se vuelva parte del paisaje hablar de suicidios, de jóvenes que se lastiman, de tristeza que se estira. No quiero que sigamos haciendo como que no vemos cuando una madre está criando sola y sin red, cuando un adolescente se encierra con más preguntas que respuestas, cuando un/a docente se quiebra porque ya no sabe cómo sostener a su clase.
Por eso estamos dando un paso distinto, uno que nace desde el compromiso y también desde la urgencia: ponemos en marcha el Comité Ejecutivo Departamental de Salud Mental.
Porque hablar de salud mental no es una moda, ni un lujo. Es, ni más ni menos, parte del derecho a vivir con dignidad. Y si de verdad queremos prevenir el suicidio, frenar las violencias, acompañar en las adicciones, necesitamos escucharnos más, mirar con empatía, estar presentes. De verdad.
Lo vamos a hacer con MIDES, con instituciones públicas, con referentes barriales, con docentes, con quienes están todos los días en la primera línea, muchas veces sin micrófonos ni presupuesto, pero con una vocación que emociona.
La idea es construir algo distinto: un Estado que no esté solo detrás de un mostrador, sino del lado de la gente. Que abrace, que entienda. Que no señale con el dedo, sino que tienda una mano. Vamos a empezar en Las Canteras. Porque ahí hay historia, hay lucha, y también muchas ganas de que las cosas cambien. La propuesta es simple y profunda a la vez: que distintos organismos trabajen como si fueran uno solo, para que la gente no tenga que peregrinar oficina tras oficina.
Y esto no se queda en un barrio: lo vamos a extender a todo el departamento. Quiero que en los centros de barrios haya alguien que escuche, que no apure, que no minimice. Que el deporte y la cultura sean refugio, espacio seguro, salida. Que el Estado llegue antes de que sea tarde.
Yo sé que esto no se resuelve de un día para el otro. Nadie tiene una varita mágica.
Pero si empezamos a escuchar lo que duele, si nos animamos a nombrarlo, a dejar de esconderlo, ya es un comienzo. Y cuando el Estado está cerca, nos hace a todos un poco más iguales.