12/09/2025
"𝘿𝙚𝙫𝙤𝙘𝙞𝙤𝙣𝙖𝙡 𝘿𝙞𝙖𝙧𝙞𝙤"
🌿 𝙀𝙡 𝙛𝙧𝙪𝙩𝙤 𝙙𝙚 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯ó𝙣 🌿
“𝙉𝙤 𝙚𝙨 𝙗𝙪𝙚𝙣 á𝙧𝙗𝙤𝙡 𝙚𝙡 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙖 𝙢𝙖𝙡𝙤𝙨 𝙛𝙧𝙪𝙩𝙤𝙨, 𝙣𝙞 á𝙧𝙗𝙤𝙡 𝙢𝙖𝙡𝙤 𝙚𝙡 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙖 𝙗𝙪𝙚𝙣 𝙛𝙧𝙪𝙩𝙤. 𝙋𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙘𝙖𝙙𝙖 á𝙧𝙗𝙤𝙡 𝙨𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙤𝙘𝙚 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪 𝙛𝙧𝙪𝙩𝙤; 𝙥𝙪𝙚𝙨 𝙣𝙤 𝙨𝙚 𝙘𝙤𝙨𝙚𝙘𝙝𝙖𝙣 𝙝𝙞𝙜𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙚𝙨𝙥𝙞𝙣𝙤𝙨, 𝙣𝙞 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙯𝙖𝙧𝙯𝙖 𝙨𝙚 𝙫𝙚𝙣𝙙𝙞𝙢𝙞𝙖𝙣 𝙪𝙫𝙖𝙨. 𝙀𝙡 𝙝𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤, 𝙙𝙚𝙡 𝙗𝙪𝙚𝙣 𝙩𝙚𝙨𝙤𝙧𝙤 𝙙𝙚 𝙨𝙪 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙨𝙖𝙘𝙖 𝙡𝙤 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤; 𝙮 𝙚𝙡 𝙝𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙢𝙖𝙡𝙤, 𝙙𝙚𝙡 𝙢𝙖𝙡 𝙩𝙚𝙨𝙤𝙧𝙤 𝙙𝙚 𝙨𝙪 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙨𝙖𝙘𝙖 𝙡𝙤 𝙢𝙖𝙡𝙤; 𝙥𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙖𝙗𝙪𝙣𝙙𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙝𝙖𝙗𝙡𝙖 𝙡𝙖 𝙗𝙤𝙘𝙖.” (𝙇𝙪𝙘𝙖𝙨 6:43-45)
Jesús nos enseña que la vida de una persona se reconoce por el fruto que produce, así como un árbol se identifica por lo que da. El fruto de nuestras palabras, actitudes y acciones revela lo que hay dentro de nuestro corazón.
• Si hay amor, se notará en gestos de bondad y servicio.
• Si hay rencor o egoísmo, también será evidente.
No se trata de aparentar, sino de dejar que Cristo transforme nuestro interior para que lo que fluya de nosotros sea auténticamente bueno.
Este pasaje nos invita a examinar nuestro corazón:
• ¿Qué tesoro estoy guardando dentro de mí? 𝙎𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙩𝙤𝙙𝙖 𝙘𝙤𝙨𝙖 𝙜𝙪𝙖𝙧𝙙𝙖𝙙𝙖, 𝙜𝙪𝙖𝙧𝙙𝙖 𝙩𝙪 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯ó𝙣; 𝙋𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚 é𝙡 𝙢𝙖𝙣𝙖 𝙡𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖. 𝙋𝙧𝙤𝙫𝙚𝙧𝙗𝙞𝙤𝙨 4:23
• ¿Mis palabras edifican o destruyen, hieren o bendicen? “De la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12:34-35).¡𝙂𝙚𝙣𝙚𝙧𝙖𝙘𝙞ó𝙣 𝙙𝙚 𝙫í𝙗𝙤𝙧𝙖𝙨! ¿𝘾ó𝙢𝙤 𝙥𝙤𝙙é𝙞𝙨 𝙝𝙖𝙗𝙡𝙖𝙧 𝙡𝙤 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤, 𝙨𝙞𝙚𝙣𝙙𝙤 𝙢𝙖𝙡𝙤𝙨? 𝙋𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙖𝙗𝙪𝙣𝙙𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙝𝙖𝙗𝙡𝙖 𝙡𝙖 𝙗𝙤𝙘𝙖. 𝙀𝙡 𝙝𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤, 𝙙𝙚𝙡 𝙗𝙪𝙚𝙣 𝙩𝙚𝙨𝙤𝙧𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙨𝙖𝙘𝙖 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨; 𝙮 𝙚𝙡 𝙝𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙢𝙖𝙡𝙤, 𝙙𝙚𝙡 𝙢𝙖𝙡 𝙩𝙚𝙨𝙤𝙧𝙤 𝙨𝙖𝙘𝙖 𝙢𝙖𝙡𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨.
Si en el corazón hay rencor, odio o envidia, inevitablemente se notará en nuestras palabras y actitudes. Pero si Cristo reina en nuestro corazón, se verá en un carácter lleno de amor, paz y bondad (Gálatas 5:22-23).
• ¿Mi manera de actuar refleja a Cristo o a mi egoísmo?
El corazón es la raíz de donde brota todo lo demás. Si buscamos a Dios en oración, en su Palabra y dejamos que su Espíritu nos guíe, nuestro interior será transformado y producirá frutos de justicia, paz y amor.
Si descubrimos que hay cosas que no agradan a Dios, podemos pedirle como David: “𝘾𝙧𝙚𝙖 𝙚𝙣 𝙢í, 𝙤𝙝 𝘿𝙞𝙤𝙨, 𝙪𝙣 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙡𝙞𝙢𝙥𝙞𝙤” (𝙎𝙖𝙡𝙢𝙤𝙨 51:10).
𝙋𝙤𝙧 𝙨𝙪𝙨 𝙛𝙧𝙪𝙩𝙤𝙨 𝙡𝙤𝙨 𝙘𝙤𝙣𝙤𝙘𝙚𝙧é𝙞𝙨. ¿𝘼𝙘𝙖𝙨𝙤 𝙨𝙚 𝙧𝙚𝙘𝙤𝙜𝙚𝙣 𝙪𝙫𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙚𝙨𝙥𝙞𝙣𝙤𝙨, 𝙤 𝙝𝙞𝙜𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙖𝙗𝙧𝙤𝙟𝙤𝙨? 𝘼𝙨í, 𝙩𝙤𝙙𝙤 𝙗𝙪𝙚𝙣 á𝙧𝙗𝙤𝙡 𝙙𝙖 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤𝙨 𝙛𝙧𝙪𝙩𝙤𝙨, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙚𝙡 á𝙧𝙗𝙤𝙡 𝙢𝙖𝙡𝙤 𝙙𝙖 𝙛𝙧𝙪𝙩𝙤𝙨 𝙢𝙖𝙡𝙤𝙨. 𝙈𝙖𝙩𝙚𝙤 7:16-17
Un árbol puede parecer frondoso y lleno de hojas, pero si no da fruto, demuestra que no está cumpliendo su propósito. De igual manera, podemos aparentar ser buenos delante de otros, pero solo los frutos revelarán lo que realmente hay en nuestro corazón. Una vida que aparenta religiosidad pero no refleja a Cristo en palabras ni acciones, es como un árbol estéril. En cambio, cuando el corazón es transformado, los frutos aparecen naturalmente.
La clave no es el esfuerzo humano aislado, sino permanecer en Cristo: 𝙔𝙤 𝙨𝙤𝙮 𝙡𝙖 𝙫𝙞𝙙, 𝙫𝙤𝙨𝙤𝙩𝙧𝙤𝙨 𝙡𝙤𝙨 𝙥á𝙢𝙥𝙖𝙣𝙤𝙨; 𝙚𝙡 𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙚𝙘𝙚 𝙚𝙣 𝙢í, 𝙮 𝙮𝙤 𝙚𝙣 é𝙡, 𝙚𝙨𝙩𝙚 𝙡𝙡𝙚𝙫𝙖 𝙢𝙪𝙘𝙝𝙤 𝙛𝙧𝙪𝙩𝙤; 𝙥𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚𝙥𝙖𝙧𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙢í 𝙣𝙖𝙙𝙖 𝙥𝙤𝙙é𝙞𝙨 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧. 𝙅𝙪𝙖𝙣 15:5. Así, cada día, con la ayuda del Espíritu Santo, podremos dar fruto que glorifique a Dios y bendiga a los demás.
🙏𝙊𝙧𝙖𝙘𝙞ó𝙣🙏
Señor, examina mi corazón y quita de mí lo que no te agrada. Llénalo de tu amor, tu paz y tu verdad, para que lo que salga de mi boca y lo que haga con mis manos refleje tu carácter. Que mi vida dé fruto abundante para tu gloria. Lléname de tu Espíritu Santo para que mis palabras, pensamientos y acciones den buen fruto. Que mi vida refleje a Cristo y sea de bendición para quienes me rodean. Amén.
𝙈𝙞𝙣𝙞𝙨𝙩𝙚𝙧𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙍𝙚𝙨𝙩𝙖𝙪𝙧𝙖𝙘𝙞ó𝙣
𝙋𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙡, 𝙁𝙖𝙢𝙞𝙡𝙞𝙖𝙧 𝙮 𝙈𝙖𝙩𝙧𝙞𝙢𝙤𝙣𝙞𝙖𝙡
"𝙋𝙚𝙧𝙡𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙂𝙧𝙖𝙘𝙞𝙖"
🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧🫧