03/07/2024
👉🏽 Acción y Reacción económica 👈🏽
Williams Caballero
Se acuerdan de la Tercera Ley de Newton o principio de acción y reacción, ¿no?
Bueno, la ley plantea que toda acción genera una reacción de igual intensidad, pero en sentido opuesto.
¿Qué quiere decir esto? Veamos, siempre que un objeto ejerza una fuerza sobre otro, este último devolverá una fuerza de igual magnitud, pero en sentido opuesto al primero.
Entonces, ¿qué tiene que ver esto con mis temas recurrentes de economía? Sigue leyendo para que veas la correlación entre la física y la economía.
Por ejemplo: Si la fuerza inicial sería un incremento del suelo mínimo ¿cuál sería la fuerza de reacción opuesta? Fácil, el encarecimiento del costo de la vida, es decir, inflación.
Si la fuerza inicial sería un control de precios para evitar el aumento de los bienes y servicios, entonces la fuerza opuesta en reacción sería el desabastecimiento de productos, ocasionando a su vez aumento de los precios, generando más inflación.
Si el Estado genera una fuerza con medidas como el aumento de salarios mínimos o el control de precios, ambas acciones traerían consigo una reacción opuesta a la fuerza inicial, es decir contra la acción de evitar inflación, la reacción sería generar mucha inflación.
En pocas palabras, esto es igual a una espiral atroz y eterna que embulle todo a su paso ocasionando más problemas en la calidad de vida de los trabajadores y en los niveles de supervivencia en el comercio.
¿Qué hacer entonces? Evitar la fuerza en primer lugar; el Estado debe aligerar las cargas generando políticas como la del “Déficit Cero”.
Pero, ¿qué es el Déficit cero? Entendemos como tal a un procedimiento de reestimación del déficit de cada año, excluyendo ingresos excepcionales.
Iniciemos diciendo que el déficit es cuando los gastos de un Estado superan a sus ingresos en un periodo determinado de tiempo, el cual suele medirse de manera anual.
Entonces, el Déficit Cero es equilibrar gastos e ingresos, para lograr que los gastos del Estado sean iguales o menores a los ingresos de ese Estado. Para ello, el Estado debe aligerarse de carga burocrática no indispensable.
Con esta medida, aunada a un proceso de industrialización de la economía y de liberación de ataduras restrictivas como los elevados impuestos, permitirían ir construyendo una economía sana que dejaría atrás fenómenos como el inflacionario.
¡Se tenía que decir y se dijo!
