La Parada Poética

La Parada Poética (Twitter e Instagram) La Parada Poética es un espacio para difundir, compartir y estimular a la creación poética.

08/07/2025

SUBLIME CONFESIÓN

¡No! Yo no vengo a invocar a Jesucristo
ni a levantar al cielo mis plegarias.
Sólo a intentar hablar conmigo mismo
y a pronunciar tan sólo mis palabras.

Y en vez de arrodillarme, a paso firme,
con la frente arrogante me levanto,
porque esta confesión solemne y triste
lleva marcados ya todos los pasos.

Lejos, muy lejos de mi patria, pienso,
y al pensar me parece redimirme,
y al redimir mis sueños es que espero
con mis locas palabras escribirte.

Lejos muy lejos de mi país, entiendo
que parecen mentiras las palabras.
(Son tan pequeñas algunas...) Y comprendo
que en pocas letras se resume un alma.

Porque al pensar en Dios sólo te miro,
y al invocar tu nombre me parece
que todo el cielo con su azul divino
bordó tu noble corazón por siempre.

¡Qué poco dicen , madre, las palabras!
Y qué mentiras forman cuando, juntas
en la frase textual, parecen que hablan
cuando son en verdad tristes y mudas.

Hasta entonces creía que era cierto
que los hombres no lloran. Y esta tarde,
al declinar la luz, sentí en mi pecho
la terrible verdad de no escucharte.

Y al mirar hacia un lado, al campanario
de la cercana iglesia lugareña,
escuché en los tañidos que tus labios
no me besaban ya como tú besas.

Y sentí la campana tan adentro
desgarrando la entraña de mi vida,
que en cada golpe de los seis tormentos
sentí correr el llanto en mis mejillas,

A mi lado, un amigo emocionado
alabó la hermosura de la tarde,
mientras iba mi pecho desgarrado
buscándole el adiós a cada frase.

Una frase. Una letra. Una palabra.
¡Qué poco saben los que no han llorado!
No han sabido mirarse en tu mirada
ni sentir la dulzura de tus labios.

Heli Colombani

08/07/2025

Coda

El amor no vale tanto;
me arrepiento de todo.
Ahora, detrás de nosotros,
en Fayatteville, Arkansas,
las estrellas están cayendo
dentro de nuestros ojos agrietados.

Con mi brazo bueno
alcanzo el cielo,
y dejo salir el aire de la luna.
Se va zumbando
para secarse y hundirse
en el océano.

No puedes llorar;
no puedo hacer nada
de lo que alguna vez retuvo una pizca
de significado para nosotros.
Te cubro
con agujas de pino.

Cuando llegue la mañana,
construiré una catedral
alrededor de nuestros cuerpos.
Y los grillos,
que cantan con sus rodillas,
vendrán a ella
en la noche para estar tristes,
cuando no puedan cantar más.

James Tate

05/07/2025

Sociedad de consumo

Caminamos de la mano por el supermercado
entre las filas de cereales y detergentes

Avanzamos de estante en estante
hasta llegar a los tarros de conserva

Examinamos el nuevo producto
anunciado por la televisión

Y de pronto nos miramos a los ojos
y nos sumimos uno en el otro

y nos consumimos

Óscar Hahn

05/07/2025

Sábana de arriba

Me instalé cuidadosamente doblado
entre la ropa blanca del closet
Sacaste las sábanas de tu cama
y me pusiste de sábana de arriba

Te deslizaste debajo de las tapas
y te cubrí centímetro a centímetro

Entonces fuimos barridos por el huracán
y caímos jadeando en el ojo de la tormenta

Ahora yaces bañada en transpiración
con la vista perdida en el cielo raso

y la sábana de arriba aún enredada entre las piernas.

Óscar Hahn

FUTURO SIMPLEHoy no caminaréningún metro de la calle desiertarondará mis temoresno me acercaré a nadieno tocaré a ningún...
03/07/2025

FUTURO SIMPLE

Hoy no caminaré
ningún metro de la calle desierta
rondará mis temores
no me acercaré a nadie
no tocaré a ningún Homo Sapiens
con mi temerosa piel.

La imagen del otro mastica alimento de pantallas
en la estrechez de los espacios
mientras intento algo de trabajo
números y gramática.

Hoy no compraré nada
los gigantes santuarios comerciales
y los boliches del barrio
mantienen distancia social
con el hambriento enemigo
de fauces invisibles.

Hoy seré
y reiré
tal vez llore
tal vez desgrane mi sombra
que burlona se mofa de mí
haciéndome señas desde el muro
tal vez me expulse el hastío de un sillón
y decante entre sábanas.

Miraré por la ventana
cómo la calle convulsiona el vacío
cómo un trozo de cielo pálido
resalta entre hojas secas.

Hoy no tocaré a nadie
no exhalaré proximidad
no ejecutaré más cercanía
que este puñado de metros cuadrados
con crédito hipotecario
donde se reparten las habitaciones
en un cuarto piso de la ciudad
del pequeño universo donde sentirme a salvo.

Hoy entonaré desvaído
una música romántica
y me dormiré en un halo de noticias
entumecido en miedo
pero triunfante
un día más.

Claudio Ernesto

02/07/2025

Estoy demasiado cerca

Estoy demasiado cerca para que él sueñe conmigo.
No vuelo sobre él, de él no huyo
Entre las raíces arbóreas. Estoy demasiado cerca.
No es mi voz el canto del pez en la red.
Ni de mi dedo rueda el anillo.
Estoy demasiado cerca. La gran casa arde
Sin mí gritando socorro. Demasiado cerca
para que taña la campana en mi cabello.
Estoy demasiado cerca para que pueda entrar como un huésped
que abriera las paredes a su paso.
Ya jamás volveré a morir tan levemente,
tan fuera del cuerpo, tan inconsciente,
como antaño en su sueño. Estoy demasiado cerca,
demasiado cerca. Oigo el silbido
y veo la escama reluciente de esta palabra,
petrificada en abrazo. Él duerme,
en este momento, más al alcance de la cajera de un circo
ambulante con un solo león, vista una vez en la vida,
que de mí que estoy a su lado.
Ahora, para ella crece en él el valle
de hojas rojas cerrado por una montaña nevada
en el aire azul. Estoy demasiado cerca,
para caer del cielo. Mi grito
sólo podría despertarle. Pobre,
limitada a mi propia figura,
mas he sido abedul, he sido lagarto,
y salía de tiempos y damascos
mudando los colores de mi piel. Y tenía
el don de desaparecer de sus ojos asombrados,
lo cual es la riqueza de las riquezas. Estoy demasiado cerca,
demasiado cerca para que él sueñe conmigo.
S**o mi brazo que está debajo de su cabeza dormida,
Mi brazo dormido, lleno de agujas imaginarias.
En la punta de cada una de ellas, para su recuento,
Se han sentado ángeles caídos.

Wislawa Szymborska

02/07/2025

PROSPECTO

Soy un tranquilizante.
Funciono en casa,
soy eficaz en la oficina,
me siento en los exámenes,
comparezco antes los tribunales,
pego cuidadosamente las tazas rotas:
sólo tienes que tomarme,
disolverme bajo la lengua,
tragarme,
sólo tienes que beber un poco de agua.

Sé qué hacer con la desgracia,
cómo sobrellevar una mala noticia,
disminuir la injusticia,
iluminar la ausencia de Dios,
escoger un sombrero de luto que quede bien con una cara.
A qué esperas,
confía en la piedad química.

Eres todavía un hombre (una mujer) joven,
deberías sentar la cabeza de algún modo.
¿Quién ha dicho
que la vida hay que vivirla arriesgadamente?

Entrégame tu abismo,
lo cubriré de sueño,
me estarás agradecido (agradecida)
por haber caído de pies.

Véndeme tu alama.
No habrá más comprador.

Ya no hay otro demonio.

Wislawa Szymborska

02/07/2025

ENCUENTRO INESPERADO

Somos muy amables el uno con el otro,
decimos que es bonito encontrarse después de tantos años.

Nuestros tigres beben leche.
Nuestros azores van a pie.
Nuestros tiburones se ahogan en el agua.
Nuestros lobos bostezan ante una jaula vacía.

Nuestras víboras se han sacudido los relámpagos,
los monos la inspiración, los pavos reales las plumas.
¡Cuánto hace que dejaron nuestro pelo los murciélagos!

Callamos sin terminar la frase,
sonriendo sin remedio.
Nuestras personas
no saben cómo hablarse.

Wislawa Szymborska

01/07/2025

DISTANCIA

Leí: “amor es la reducción mínima del abismo que hay entre dos personas” y la definición me deslumbró: eso era lo que
yo estaba intentando hacer desde que nos conocíamos: reducir al mínimo la distancia entre mi cuerpo y el tuyo,
entre mis horarios y los tuyos, entre mi pensamiento y el tuyo, entre mis opiniones y las tuyas. Un esfuerzo titánico,
y otras, en cambio, parecía posible, más cercano.
Cogí la cinta métrica de enrollar y la guardé en el bolsillo.
Le dije: -Escucha, mi vida, esta definición: “amor es la reducción mínima del abismo que hay entre dos personas”.
Esperé. Saliste de la ducha con una toalla anudada a la cabeza y me dijiste:
-¿De dónde has sacado esa tontería? ¿De un libro de autoayuda? (Distancia: diez quilómetros aproximadamente, calculé.)
-Sabes que no leo libros de autoayuda. Es de un psicoanalista…
-Lo mismo da. Unos lo llaman autoayuda, otros psicoanálisis
-dijiste, buscando el secador de pelo.
Yo estaba sentada en el sofá, con el libro en la mano. Distancia
–calculé-: ocho quilómetros y medio.
-Yo no siento que haya ningún abismo entre nosotras –agregaste sorpresivamente y me diste un suave beso en la mejilla
(¡la distancia se había reducido sólo a cinco centímetros!, calculé).
-Yo tampoco –mentí. Ayer te había leído varios poemas de César Vallejo
(“es un poco atormentado” dijiste: distancia, varios quilómetros)
y habíamos escuchado la Bachiana no. 5 de Héctor Villalobos.
“Muy lindo” habías dicho. Distancia: cien metros.
Yo había leído que existían personas sin sensibilidad alguna para la música: podían escucharla sin que sus neuronas emocionales sufrieran ningún estremecimiento. En cambio, otras, eran tremendamente
sensibles a la música, como Beethoven que escuchaba música aunque era sordo.
-¿Te preparo un café antes de que te vayas? –pregunté.
-Prefiero hacer el amor – declaraste, rozándome la mejilla.
Alteración: 85 grados en la escala Ritcher.
¿Querías hacer
el amor quince minutos antes de salir para la oficina?
¿Cuántos metros de distancia significaba esta propuesta?
¿Cero centímetro? ¿Diez? ¿Un metro?
-Sólo tenemos quince minutos –murmuré, asombrada.
-A veces me gusta a contrarreloj- dijiste, risueña, y te echaste sobre la cama, semidesnuda.
Algo así yo sospechaba desde que me habías dicho que te gustaba el motociclismo.
-Disponemos de quince minutos –repetiste, como si eso te excitara mucho.
-A mí me gusta lento –me defendí.
-No seas repetitiva. Una vez puede ser rápido, otra, lento.
Distancia: veinte yardas.
Nos entrecruzamos como pulpos, nos montamos como lapas.
Distancia: cero. Distancia: cero. Distancia: cero.
En el cero me hubiera quedado toda la vida. Pero de pronto,
luego del orgasmo, te dormiste. Te hundiste en el sueño profundamente.
Mientras te miraba dormir,
sentía que la distancia iba aumentando, crecía, se alargaba… llegaba a varios quilómetros.
Alguien que duerme después del amor se ha ido. Te miré (“Mirándola dormir”, libro de poemas de Homero Aridjis).
Cuando despertaste, la distancia me parecía de varios quilómetros.
-Me he dormido –murmuraste a media voz.
Efectivamente.
-He soñado contigo –dijiste. Glup. La distancia ahora volvía a acercarnos.
¿Te habías dormido dejándome ausente, afuera
de ti, en el espacio, pero soñaste conmigo? Entonces la distancia sería mucho menor…
Te repusiste de inmediato. A vestirse con rapidez.
Distancia: veinte metros.
-Me voy. Esta noche tengo una cena. No sé a qué horas vendré. O quizás me quedo en la casa de una amiga. Te aviso por el móvil.
Distancia: varios quilómetros.
-¿Puedo llamarte?
-Ya sabes que no me gusta que me llames cuando estoy con
mis amigas, me intimida. ¿Te diste cuenta de que no había
un abismo entre nosotras?
Pero ahora sí lo hay. Pensé. Distancia: demasiado larga. Imposible casi de recorrer a pie.
Guardé la cinta métrica. “El amor es la reducción mínima del
abismo entre dos personas.”

Cristina Peri Rossi

01/07/2025

lapsus

y como si el despertar no fuera
tuve que lidiar con la rutina y sus faenas
con lagunas mentales
y lapsus brutos
dormirme por instantes en pleno día
acariciar el mundo con un dedo amorfo
presagiar sin clarividencia los mosaicos
que desfilaban por la ventana del pabellón
donde permanecí como solista coral
deshojando margaritas de mi huerto vacío

Maritza Cino Alvear

01/07/2025

Terminal

los vi marchar
caminaban enfermos
se movían entre la derrota y la duda
cargados de lejanía
se llamaban unos a otros
por los hospitales
por los pasillos de los hospitales
por los pasillos de los pasillos de la noche

Reyes Guillén

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